Desde que se concentró con la selección francesa, el pasado lunes, Karim Benzema, el flamante Balón de Oro 2022, no se ha entrenado ni un minuto con el resto de sus compañeros y eso alimenta las dudas sobre si el jugador del Real Madrid estará operativo para el estreno de los 'bleus' en el Mundial de Catar.
Aún faltan tres días para que Francia comience la defensa de su título frente a Australia y los signos son positivos para que el delantero pueda formar junto a Kylian Mbappé en el ataque, en una tripleta donde falta por conocer la identidad del tercer punta.
La ausencia de Benzama no deja ciega a una selección que cuenta con mucha calidad en su ataque, con Ousmane Dembelé, Antoine Griezmann, Kingsley Coman o Marcus Thuram como aspirantes, aunque con la figura de Olivier Giroud como favorito para ocupar ese puesto en el '9'.
El ahora jugador del Milan, segundo máximo goleador de la historia de la selección francesa, ha sabido aprovechar bien los huecos que le ha dejado el madridista, ya sea por las lesiones o por los más de tres años que pasó sin ir convocado, acusado de complicidad de chantaje.
Nadie contaba con él en Catar, pero de nuevo supo sacar partido de una baja de Benzema para mostrar su valía a Didier Deschamps en los últimos meses, lo que sumado al buen inicio de temporada que está firmando en Italia le abrieron la puerta de su tercer Mundial.
A sus 36 años, Giroud puede volver a sacar partido de la ausencia del madridista para abrirse un hueco en el equipo francés.
Para el seleccionador la jerarquía parece clara y desde que le levantó el castigo por las acusaciones de complicidad en chantaje (que le valieron una condena a prisión exenta de cumplimiento) no ha dejado de apostar por un Benzema que ha elevado el nivel de un ataque ya muy peligroso.
Deschamps llegó incluso a decir que con Benzema en su convocatoria, la presencia de Giroud estaba comprometida tras la pasada Eurocopa, antes de rectificar y apostar de nuevo por el atacante.
A Catar, Benzema llega con dudas físicas, sin apenas haber jugado con el Madrid, aunque rodeado de un enorme prestigio tras dos temporadas muy brillantes, la última coronada con el Balón de Oro.
En algo más de un mes, el delantero solo ha jugado 27 minutos contra el Celtic y ahí comprobó que su recuperación no era total. Su último partido completo lo jugó el 19 de octubre ante el Elche poco después de recibir el Balón de Oro.
El club diagnosticó problemas en el cuádriceps de su pierna izquierda, que fueron transformándose en los sucesivos comunicados en 'dolores' y 'molestias'.
El propio futbolista trató de restarles peso y el pasado domingo aseguró que 'lo importante es que no hay desgarro', al tiempo que justificó su ausencia por 'precaución': 'No puedo estar al 100 % y yo necesito estar al 100 %' señaló a la televisión TF1.
Algunos le acusaron de haberse preservado físicamente para acudir en plenas condiciones al Mundial, pero tanto él como el entrenador blanco, Carlo Ancelotti, lo desmintieron.
Su ausencia en el entrenamiento colectivo parece dar validez a su versión y ahora resta por ver si el cuidado con el que viene participando en los últimos días da resultado.
'Creo que está bien, se entrena por separado por precaución, es el protocolo del equipo y lo respeta. Pero tiene ganas de jugar', aseguró este viernes el centrocampista Adrian Rabiot.
Para el jugador de la Juventus de Turín la experiencia del delantero madridista, de 34 años, es un elemento de optimismo. 'Es un caso aparte. Claro que es mejor encadenar partidos, pero Karim sabe controlarse, conoce sus sensaciones. Si no juega el primer partido, jugará los siguientes', dijo Rabiot.
Algo similar apuntó su compañero Lucas Hernandez, que apuntó a que su calidad ofensiva sería una merma para Francia, pero que cuentan con un plantel suficiente para afrontarlas.
'Tenemos las espaldas cubiertas (...) Espero que lleguen en condiciones al partido contra Australia por el bien del grupo', señaló el defensa del Bayern de Múnich.