El bosnio Edin Dzeko, autor de un doblete que encauzó la vitoria en Atalanta del Inter (2-3), alargó la reacción que reemprendió en la jornada pasada el cuadro de Simone Inzaghi después de perder con el Juventus hace una semana.
El conjunto milanista da un paso de gigante en la clasificación. Se instala en zona de Liga de Campeones después de un mal arranque en la Serie A impulsado por el saldo de seis derrotas en los últimos siete encuentros. Solo el tropiezo con el Juventus interrumpió el evidente crecimiento del Inter que ahora recupera.
Llega el parón mundialista en un buen momento para el cuadro de Inzaghi que se topó con el marcador en contra poco antes de la media hora cuando Stefan De Vrij derribó dentro del área al colombiano Duván Zapata. no fallo el nigeriano Ademola Lookman desde los once metros.
Aun así, fue a lo suyo el Inter comandado en ataque por Dzeko y el argentino Lautaro Martínez. Entre ellos se fabricaron el empate, vital antes del descanso.
Fue en un córner que llegó a Lautaro. El argentino bajó la pelota con la cabeza y la dejó a los pies de Dzeko que no falló. El bosnio, en el área, es un maestro.
Evidenció el balcánico que la relación con el gol no decae a pesar de los años en el segundo tanto que puso en ventaja a los visitantes. Batió otra vez a Juan Musso tras recibir un balón de Federico DiMarco.
La eficacia fue determinante. El Inter estaba acompañado del acierto que no tuvo su rival. Además, aprovechó los momentos de inspiración y la zozobra del Atalanta en unos minutos clave. Sentenció el Inter en un golpe de fortuna cuando el argentino Jose Luis Palomino marcó en su propia portería al intentar despejar un balón procedente de un saque de esquina.
Dos goles parecían insalvables. No se dio por vencido el cuadro de Gian Piero Gasperini que no logró empatar hasta el minuto 77. Palomino se desquitó. Anotó en la portería adversaria cuando llevó a la red, de cabeza, un córner botado por Teun Koopmeiners.
El segundo gol local devolvió las esperanzas al Atalanta. Pero el Inter supo jugar mejor el tramo final, sin dar continuidad al juego, hasta que llegó el final sin que el marcador se moviera.