En el reencuentro con su exequipo, el Borussia Dortmund, y en uno de los partidos más grises del Manchester City, acudió al rescate Erling Haaland para culminar una remontada y acentuar el dominio del conjunto de Pep Guardiola en el Grupo G de la Liga de Campeones (2-1).
Fue una de las peores tardes del campeón de la Premier. Tanto en el juego como en la gestación de ocasiones. Nada que ver con lo que es habitual en el cuadro de Guardiola, dominador y dueño de los partidos. Tardó ochenta minutos en disparar entre los tres palos el Manchester City. Tuvo cerca la derrota. Pero en cuanto tuvo oportunidad dio un giro al choque y se apuntó un nuevo triunfo.
Le sobra talento al conjunto citizen, que goleó al Sevilla en la primera fecha y con eso fue suficiente ante un rival que fue mejor mucho tiempo y que mantuvo el tipo hasta el final.
El Borussia Dortmund, con el bagaje del triunfo contra el Copenhague la pasada semana, supo cómo hacer frente al Manchester City en un duelo plano, especialmente a lo largo de la primera parte. El conjunto de Pep Guardiola, habitualmente generador de numerosas ocasiones, no tuvo el ritmo de otras veces ni la contundencia habitual.
Erling Haaland estaba desasistido. No hubo noticias suyas en el primer tramo del duelo. Jack Grealish y Riyad Mahrez eran incapaces de acabar las acciones con cierto sentido. Igual que Kevin De Bruyne, controlado por el centro del campo visitante.
Los 'citizens' tuvieron siempre el control, la posesión. Pero esta vez no había noticias de los porteros. La presión y el orden del cuadro de Edin Terzic dejó sin ideas al campeón de la Premier antes del descanso.
El bajo ritmo y la lenta circulación se mantuvo al inicio de la segunda parte. El Dortmund empezó a creer en el triunfo y tuvo una gran oportunidad en el minuto 52, en una buena jugada individual por la izquierda de Marco Reus, a pase de Salih Ozcan, que rozó el palo de Ederson.
Aprovechó su momento el Dortmund y en un saque de esquina, al borde de la hora de partido, se puso por delante en el marcador. El balón cayó a los pies de Reus, que disparó. Se cruzó en el tiro Bellingham que, de cabeza, superó a Ederson.
Reaccionó Pep Guardiola de forma decidida y de una tacada, inmediatamente después, sacó al campo a Julán Álvarez, Bernardo Silva y a Phil Foden y retiró a Jack Grealish, Riyad Mahrez e Ilkay Gundogan.
No apareció Haaland hasta el minuto 66 con un desmarque al uso, pero su tiro dio en el lateral de la red. Arrinconó el cuadro de Pep Guardiola al Borussia Dortmund, que empezó a achicar agua. Mats Hummels y Nikas Sule tuvieron que multiplicarse y solventar el acoso a su área de los locales.
Sin acierto con el juego combinativo encontró la solución el City en un disparo lejano a diez minutos del final. Un zapatazo desde fuera del área de John Stones, que no se lo pensó tras recibir el balón de De Bruyne. Diana en el primer tiro entre los tres palos del cuadro del técnico español.
El empate alivió la angustia del City, con la derrota al acecho. Buscó el triunfo y para ello apareció Haaland a seis minutos del final. Un centro desde la derecha, con el exterior, de Joao Cancelo lo aprovechó el noruego, que embocó a la red para sellar el triunfo y el liderato del grupo de los ingleses en su partido más gris.