Athletico Paranaense venció este martes por 1-0 al también brasileño Palmeiras, campeón de las dos últimas ediciones de la Copa Libertadores, y tomó ventaja en la disputa por un lugar en la final del torneo.
El equipo comandado por el exseleccionador brasileño Luiz Felipe Scolari se impuso con un gol de Alex Santana a los 23 minutos y, pese a sufrir una expulsión a los 70, supo defender esa ventaja en el segundo tiempo, en que el conjunto paulista presionó por el empate en el partido de ida por semifinales de la Libertadores.
Tras la victoria en su difícil fortín, la cancha sintética del estadio Arena da Baixada, Paranaense ahora necesita de al menos un empate en el partido de vuelta, la próxima semana en Sao Paulo, para avanzar a la final, en la que se medirá al vencedor del duelo entre el también brasileño Flamengo y el argentino Vélez Sarfield.
Además de poner en riesgo el sueño del Palmeiras de disputar su tercera final consecutiva de la Libertadores y buscar el tricampeonato, el club de Curitiba puso fin al invicto del equipo paulista, que llevaba 18 partidos sin perder en la Libertadores.
Palmeiras presionó desde el primer minuto, principalmente con el centro delantero argentino José 'Flaco' López metido dentro del área a la espera de los levantamientos de Rony y Dudu desde las puntas y los pases a fondo de Raphael Veiga.
López protagonizó la primera jugada de peligro a los 5 minutos tras recuperar un balón en el ataque y recibir un levantamiento de Dudu que finalizó sin puntería.
Pero enseguida el Paranaense supo reaccionar y comenzó a salir al ataque con el uruguayo Agustín Canobbio, Alex Santana y Vitinho.
A los 13 minutos los locales casi abren el marcador en una jugada de Hugo Moura que el paraguayo Gustavo Gómez por poco metió en puerta propia pero fue salvado por el portero Weverton.
La reacción del Paranaense surtió efecto en el minuto 23 cuando Santana abrió el marcador tras recibir un pase dentro del área de Vitor Roque.
El propio Santana por poco aumenta el marcador siete minutos después en medio de la fuerte presión del Athletico sobre un Palmeiras que tan sólo se limitaba a los contragolpes.
En uno de esos contragolpes, faltando cuatro minutos para el final, López cabeceó para fuera un levantamiento de Rony y por poco consigue el empate para el campeón continental.
La situación del Palmeiras se complicó aún más cuando su creativo, Raphael Veiga, tuvo que ser sustituido por Bruno Tabata por una lesión en el comienzo del segundo periodo.
Sin embargo, el Verdao aprovechó que Paranaense al parecer se conformó con el 1-0 y se lanzó al ataque en busca del empate.
El dominio cambió de lado y mientras Palmeiras comenzó a presionar con jugadas de Tabata y Gabriel Menino, su rival sólo jugó a defenderse.
Los locales se atrincheraron en su campo pero su estrategia de desistir del ataque y defenderse quedó amenazada en el minuto 70 con la expulsión de Hugo Moura, seguida inmediatamente de la expulsión del propio Scolari por sus reclamos desde el banquillo.
Palmeiras aprovechó la ventaja numérica para aumentar aún más la presión y hasta los defensores Gustavo Gómez y Joaquín Piquerez se lanzaron al ataque.
Faltando cinco minutos para el final, el técnico del Palmeiras, el portugués Abel Ferreira, decidió apostar todas sus fichas con la entrada de tres jugadores para reforzar el ataque, y Paranaense respondió inmediatamente con el ingreso de tres delanteros, incluyendo el goleador argentino Tomás Cuello y el peligroso Pablo.
Pero al Palmeiras, pese a ser el claro dominador y a las numerosas jugadas de gol que generó, no le alcanzaron ni los ocho minutos de reposición para alcanzar el empate y ahora tendrá que jugar por una victoria por más de un gol en casa para ir a su tercera final.