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Un desafortunado, y emocionado, Tiger Woods no pudo pasar el corte en el Abierto Británico, un torneo que conquistó tres veces, dos de ellas en St Andrews, escenario de la edición 150 de esta competencia.

El golfista estadounidense afrontó el día con un +6 que empezó a aclarar con el par en los primeros dos hoyos y un birdie en el tercero.

No pintaba mal el día, a pesar de que se le veía jugar con algunas molestias, pero dos bogeys en el cuarto y el sexto cortaron la remontada.

La suerte no le acompañó a pesar de que demostró su clase en algunos golpeos, especialmente en los búnkers.

Un doble bogey en el 16 acabó por complicarle aun más su concurso en el Open, en el que acabó con +9, muy lejos del corte para seguir en acción el sábado y domingo.

Tiger Woods recibió el apoyo de los seguidores durante todo el torneo y los decibelios subieron en el último hoyo, en el que no pudo contener la emoción ante el cariño que le brindó el público y en el que volvió a resistírsele el birdie con una corbata.