Junior tenía que derrotar a Millonarios en Bogotá para que su clasificación a la final no dependiera de nadie. Realmente, si se hace el balance total, debió vencer de visitante al Bucaramanga en la segunda jornada del cuadrangular semifinal A. Ahí, en la derrota 2-0 ante el conjunto leopardo, está el déficit de los rojiblancos en la tabla de posiciones.
Atlético Nacional hizo lo que no pudo ‘el Tiburón’ en la Ciudad de Los Parques, superó 1-0 al club bumangués, y hoy es el líder del grupo y depende de sí mismo para llegar a la final. Hasta con dos empates lo puede conseguir.
Sin embargo, para redondear ese objetivo, los verdes tendrán que encarar a Millonarios, en El Campín, y Junior, en el Atanasio. Mejor dicho: nada está dicho. Hasta Bucaramanga, con solo tres puntos, todavía tiene un chance matemático de colarse en la final.
¿Y cómo está la cuestión para los rojiblancos?... Nada fácil. Tiene que ganar sus dos últimos partidos, ante Bucaramanga, este sábado en el estadio Metropolitano (5 p.m.), y frente a Nacional, el miércoles 15 de junio en el Atanasio (en horario por definir). Aparte de esa tarea, que está en sus manos, tiene que cruzar dedos para que Millonarios y Nacional empaten en Bogotá, en la penúltima jornada.
En su defecto, tendría que esperar que los azules derroten a los verdes y que Bucaramanga, en la última fecha, no pierda en su casa ante la escuadra bogotana.
Si Nacional gana en la capital, automáticamente clasificará a la final. Junior, Millonarios y Bucaramanga quedarán eliminados a falta de una fecha.
Aunque Junior tiene los mismos puntos que Millonarios, se encuentra en desventaja con el punto invisible que los ‘Embajadores’ se ganaron al quedar en lo más alto de la tabla de posiciones en las primeras 20 fechas de la Liga. Una mejor posición en la fase regular es el primer ítem de desempate, por eso los ‘Tiburones’ estarán debajo de los azules y de Nacional si quedan igualados en puntos.
Los dirigidos por Juan Cruz Real solo superan a Bucaramanga en ese ítem que se implementó en este torneo a favor de los que hacen mejor campaña en la etapa de ‘todos contra todos’. Por eso no daba lo mismo clasificar octavo o sexto que primero, segundo o tercero.