El mexicano Sergio Pérez (Red Bull) se benefició de la estrategia de carrera de su equipo para llevarse el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, séptima prueba del Mundial, que se redujo en vueltas por dos banderas rojas y en la que el español Carlos Sainz (Ferrari) fue segundo y su compañero y actual campeón, el neerlandés Max Verstepen, tercero.
‘Checo’ Pérez salía por detrás de los dos Ferrari, el de Sainz y el del monegasco Charles Leclerc, que volvió a sufrir el gafe que le acompaña en su casa, donde, esta vez, al menos, pudo alcanzar la línea de meta, no como en las anteriores.
El tapatío aprovechó su primera parada en ‘boxes’ para adelantar a los dos Ferrari cuando éstos pasaron por el ‘pit lane’ y la victoria no se le escapó, aunque tuvo que defenderse de Sainz por el desgaste de sus neumáticos, en una carrera con dos banderas rojas, una por lluvia y otra por un accidente de Mick Schumacher (Haas).
La prueba del Principado comenzó con sobresalto. La aparición de la lluvia diez minutos antes de la salida alteró los planes. Se demoró inicialmente nueve minutos, se añadieron otros siete y los coches partieron detrás del coche de seguridad hasta que se mostró la bandera roja después del primer paso por la meta.
Los monoplazas regresaron a la zona de boxes y se reanudó cuando en condiciones normales ya llevarían una hora y cinco minutos rodando.
Leclerc metió la directa y abrió brecha respecto a Sainz (más de cinco segundos en doce giros); Pérez y Verstappen se acercaban al madrileño, que apretó.
El tapatío entró a boxes en la 17 para calzar intermedios. Firmó una buena parada (2.3 por 2.7 Hamilton) y adelantó a Leclerc (Ferrari).
Sainz alargó la parada y cambió a duros a las 22 vueltas, el monegasco paró acto seguido por segunda vez y se mostró enfadadísimo por radio con su equipo.
‘Checo’ también paró de nuevo para poner la misma goma que Sainz, que se situó entre él y Verstappen. Leclerc era cuarto.
El madrileño, con neumáticos a temperatura, encimó al tapatío, con susto incluido y una dosis de suerte para no perder el coche.
Peor le fue a Mick Schumacher (Haas), aunque resultó ileso. Su coche se partió en dos y rompió las barreras de protección, que hubo que sustituir, lo que provocó otra bandera roja.
La carrera se reanudó a falta de 37 vueltas tras el coche de seguridad. Aunque se disputarían menos porque quedaban 45 minutos.
Un plano de Pérez, con neumáticos medios, tras pasarse de frenada pudo a Sainz, que llevaba duros, en alerta. El de Red Bull impuso un ritmo lento para asegurar y logró su triunfo bajo la presión de Sainz.
Verstappen, líder del Mundial, subió al podio, aunque, a diferencia de las anteriores carreras que completó, no pudo ser primero. Aun así, amplió la renta con Leclerc, cuarto. Por detrás, el británico George Russell (Mercedes) y el español Fernando Alonso (Alpine), que resistió el empuje del heptacampeón Lewis Hamilton (Mercedes).