Lo bloquearon. Lo reprimieron. Luis Díaz lo intentó. Corrió, luchó, peleó, insistió, pero no se le hizo fácil. Se encontró con un duro obstáculo llamado Dani Carvajal y no pudo desarrollar a su antojo su habitual juego de gambetas, amagues y desequilibrio en la final de Champions que el Liverpool perdió 1-0 ante Real Madrid, este sábado en el Stade de France, en Saint-Denis.
El lateral derecho español sostuvo un duelo con el extremo colombiano y no le dio espacios ni oportunidades para que hiciera de las suyas por el costado izquierdo. Cuando Díaz se le escapó, el marcador apeló a los agarrones, faltas y roces. Fue una batalla constante.
El jugador del Madrid también contó con la valiosa ayuda del uruguayo Federico Valverde. No había rutas despejadas para el guajiro. El brasileño Casemiro también relevaba al charrúa para aplicar el doblaje sobre el ex-Junior, que esta vez no contó con el acompañamiento ofensivo de Andrew Robertson, como es costumbre.