Los Miami Heat aplastaron este martes a los Philadelphia 76ers (120-85) y el jueves tendrán la opción de cerrar esta semifinal del Este (3-2) en un sexto partido que se jugará en Filadelfia.
De vuelta en Miami tras los dos partidos seguidos que se anotaron los Sixers en casa, los Heat impusieron su ley en ataque y en defensa durante toda la noche con un excepcional y admirable esfuerzo colectivo que no dio opción a sus rivales.
Siete jugadores de los Heat -el quinteto inicial más Tyler Herro y Victor Oladipo- superaron los 10 puntos con Jimmy Butler (23 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias) y Max Strus (19 puntos y 10 rebotes) como máximos anotadores.
En unos decepcionantes y a ratos desmoralizados Sixers, Joel Embiid no tuvo su día (17 puntos y 5 rebotes) y además dio el susto del partido al recibir en el segundo cuarto un balonazo en la cara, todavía protegida con una máscara por su reciente fractura en la órbita.
El pívot camerunés pudo volver a jugar tras dar muestras evidentes de dolor, pero después de ese golpe no pareció encontrarse en plenas condiciones sobre la pista.
James Harden aportó 14 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias a unos Sixers que perdieron 16 balones, que solo conectaron 9 de sus 32 triples y que solo metieron el 36,5 % de sus tiros de campo frente al fantástico 53,6 % de los Heat.
ACTITUD DE PRINCIPIO A FIN
Por actitud, intensidad y energía, los Heat fueron los reyes del primer cuarto.
Con un sonoro 12-0 en el ecuador del parcial inicial, Miami se dejó guiar por Butler, que manejó el ritmo del encuentro como quiso, y por un Strus sobresaliente que metió tres triples.
El mejor ejemplo de la superioridad local fue que Butler y Strus, con 11 puntos por cabeza, anotaron entre los dos más puntos que todos los Sixers en el primer cuarto (31-19).
Las cosas no marchaban bien para los Sixers, que además vieron cómo Embiid se iba al suelo y con mucho dolor tras recibir el balonazo en la cara.
Ajenos a cualquier distracción, los Heat seguían con su plan, se ponían las botas en el rebote ofensivo y tenían en Oladipo a un estupendo líder de su segunda unidad para llegar al descanso con una ventaja cómoda (56-44).
Los Sixers tenían que ponerse las pilas en la reanudación para empezar la remontada, pero un parcial de 10-2 de salida, con Tucker y Vincent apuntándose a la fiesta, le dio a los Heat un +20 que ponía las cosas muy cuesta arriba para los visitantes.
Además, la defensa de Miami, alternando zona e individual, brilló especialmente en un tercer parcial en el que los Sixers empezaron a bajar los brazos.
Aun así, un triple de Maxey permitió a Filadelfia llegar con un hilo de vida al último cuarto (66-81)
Fue un espejismo.
Un contraataque y un triple de Strus patrocinaron un demoledor parcial de 12-0 en el arranque para los Heat que ya parecía sentenciar definitivamente a los Sixers.
Con ganas de cerrar el partido cuanto antes, Butler, Adebayo y Herro pusieron la puntilla y los Heat se dieron el lujo de mandar a sus titulares al banquillo a falta de 8 minutos y cuando ya ganaban sobradamente de 29 puntos.