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Se va tranquilo, orgulloso y con la satisfacción del deber cumplido. Antonio Cordonnier le duele dejar el lugar y el cargo que ocupó durante 19 años consecutivos, pero al mirar el retrovisor se anima, se alegra, saca pecho.

El argentino, que se venía desempeñando como director técnico de la Liga de Tenis del Atlántico, deja en el camino un legado enorme para los dirigentes, entrenadores y tenistas atlanticenses.

'Lo principal que queda es la gente, ‘Mafe’ (María Fernanda Herazo), Paulina (la mella María Paulina Pérez), José Bendeck y otros que se me escapan ahora. Todos ellos tienen un nivel muy superior, jugaron y juegan a un nivel impresionante, son personas que ven el tenis de una manera muy profesional. Eso que ellos aprendieron, que seguramente lo van a transmitir, es algo que va a quedar marcado en