Hizo un buen trabajo. A pesar de la derrota de los Piratas de Pittsburgh 3-2 ante los Cerveceros de Milwaukee, José Quintana cumplió una digna y destacada actuación ante 8.832 personas, este jueves, en el PNC Park, la casa de los corsarios de la ciudad de Pensilvania.
Quintana lanzó durante cinco entradas completas y solo permitió cuatro imparables, entre ellos el jonrón con el que lo recibió el bateador designado Andrew McCutchen.
Afortunadamente esa bienvenida que le dio McCutchen en el génesis del juego, no se convirtió en un Apocalipsis. El bambinazo se lo dieron sin outs y sin hombres en circulación. Fue lo único que pudieron producirle al serpentinero colombiano.
A partir de ahí, el zurdo de 33 años de edad ajustó su brazo y silenció la ofensiva visitante en buena parte del compromiso. No concedió bases por bolas. Propinó un total de nueve ponches y completó 17 en lo que va de la temporada, 1.412 en su carrera en Grandes Ligas.
El bolivarense, que empleó 78 lanzamientos, de los cuales 48 resultaron strikes, todavía no sabe lo que es saborear la victoria este año. En cuatro salidas que ha protagonizado con los Piratas, suma una derrota y tres juegos sin decisión.