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El maderamen del Coliseo Elías Chegwin volvió a sonreír. La octava edición de la Copa Caribe terminó con éxito teniendo al equipo North End de San Andrés como campeón en esta ocasión. Superó con autoridad (79-50) a los siempre favoritos, Samarios de Santa Marta.

El público respondió a la cita. Los amantes del baloncesto atlanticense se acercaron al coliseo de la calle 72 para presenciar una final que desde su previa parecía más que interesante. North End llegaba con las sensaciones de un rendimiento parejo durante todo el torneo y dejando en el camino a Tigers de Barranquilla, un quinteto poderosísimo comandado por Gianluca Bacci y Jerson Quintana.

Por su parte, Samarios siempre vino de menos a más en la competencia. Aunque su inicio fue lento, aun obteniendo un par de victorias, la regularidad que se le conoce a los de Santa Marta solo la lograron alcanzar hasta las últimas jornadas. Su semifinales fueron un voto de confianza al superar con criterio a otro equipo barranquillero, Crossover.

Las primeras pinceladas de talento fueron sacadas por el equipo azul. Los sanandresanos querían golpear desde temprano sobre el marcador y Mauricio Fox era el principal responsable. Ante la ausencia de Keenen Martínez, rookie del año en la última liga profesional y uno de los mejores jugadores del equipo, era el contexto indicado para que el base creciera en un ambiente que ya conoce muy bien cuando jugaba en categorías inferiores.

El quinteto samario declaraba estado de emergencia al no poder sostener los triples de Fox y las penetraciones de Emmil Williams. No obstante, la buena dirección de los ataques en las manos de Santiago Padilla fue llenando de confianza a piezas como Andrés De Luque y David Fragoso.

Justamente cuando los de Santa Marta encontraron su lugar en el maderamen, la potencia física isleña manifestada en Chyse Webster comenzó a herir las grietas reparadas anteriormente tras los diferentes cambios de defensa. El pareo con Yildon Mendoza, jugador que pasó por Titanes, estaba al nivel de cualquier jornada de baloncesto profesional.

La diferencia empezó a incrementar y la parte mental comenzó a decaer en el equipo de Juan Pablo Padilla. La reacción no era la misma a la de los primeros cuartos. Mientras tanto, el público isleño que viajó desde su tierra montaba la fiesta en la tribuna. North End se coronó campeón en su primera participación de la Copa Caribe de baloncesto.