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El 0-0 del Manchester City contra el Crystal Palace, su segundo tropiezo en las últimas cuatro jornadas, agitó aún más la lucha por la Premier, ya con el equipo de Pep Guardiola tan solo cuatro puntos, con un partido más, por encima del Liverpool, después del ejercicio desesperante de ineficacia de este lunes sobre la portería de Vicente Guaita, un muro inaccesible para el líder, que además estrelló dos balones en el poste en un asedio reiterado al que resistió como pudo el conjunto londinense.

El Liverpool ya acecha al City, que siente su liderato en el aire. Si el conjunto ‘Red’ gana su partido pendiente se quedará a un punto de una primera posición que hace poco parecía inabordable. Lo es ya indudablemente, porque el conjunto de Manchester perdió hace cuatro jornadas frente al Tottenham y no pasó de la igualada, por más que insistió, ante el Crystal Palace en el último partido de la vigésimo novena jornada. Le quedan nueve.

El City demostró ambición. Pero atacó sin acierto. No hay mejor demostración que la forma con la que afrontó el encuentro, con la que presionó desde el primer momento la portería del español Vicente Guaita, al que no le dio ni siquiera un segundo para la relajación, con una posesión expresiva de su control y con una cantidad de intentos que superada la media hora rebasaban ya la decena: doce... Y cuatro dentro del marco, como un asombroso recurso de Kevin de Bruyne que repelió el guardameta.

Ese registro no incluyó los remates de Ryad Mahrez, por centímetros, o el trallazo lejano de Cancelo contra el poste. Tembló el palo y el Crystal Palace, encerrado en su territorio, pero con alguna esporádica respuesta, animoso en cuanto sentía la ocasión de golpear de alguna forma sobre la portería de Ederson, en cuanto lograba recuperar la pelota, muy de vez en cuando, en el campo contrario, tal y como lo sometió el Manchester City a lo largo de una primera parte sin gol. Sin nada de pegada de los visitantes, acreedores ya de algún tanto.

También en el segundo tiempo. No fue igual, porque la puesta en escena de su adversario no fue tan controlable como antes, pero sí tuvo dos protagonistas principales: el poste y Guaita. Por ese orden. De Bruyne recibió un estupendo pase de Jack Grealish y conectó un tiro que repelió de nuevo el palo. No sólo eso, sino que el rechace lo remató Mahrez dirección al gol, hasta que intervino otra vez Guaita, cuya mano fue milagrosa.

Luego dispuso de otra opción más Bernardo Silva. Por centímetros no fue gol. Ya había nervios en el City. Los evidenció Rodri, que recriminó a Kouyaté que se había tirado tras una falta de De Bruyne en el centro del campo. Ya estaba en una carrera contrarreloj el líder de la Premier, incrédulo ante el 0-0, del que no pasó contra el Crystal Palace. Hay Liga. El Liverpool lo acecha a cuatro puntos, con un partido menos. El conjunto de Guardiola, que no hizo ningún cambio a lo largo de los más de 90 minutos, ya está advertido.