Historias de Mundial. Sobre las aguas de Salinas del Rey navega un participante muy diferente al resto. Una distinción que no se le atribuye precisamente al talento o su aspecto físico, sino por su edad. Pierfrancesco Rizzello con tan solo 11 años ya se codea al lado de los mejores del mundo en la cita internacional.
Seguramente superado por experiencia, viajes o reconocimientos, pero nunca por ganas, talento y corazón. Sobre la tabla no evidencia desigualdades, El pequeño 'Chico del Agua' como le gusta que le digan hace los mismos trucos y maniobras que sus contrincantes directos. Su melena mona se mueve por los aires justo al mismo tiempo que hace levantar las manos del público impresionado.
Las playas son su hogar desde que recuerda y su infancia fue definitivamente distinta. Muchos niños son motivados por sus padres a caminar, correr tras un balón o divertirse en un parque. Sin embargo, en su mente descansan las postales de ir gritando por los aires mientras su padre surfeaba.
Un contexto completamente normal para alguien nacido en 'el paraíso nordestino', Jijoca de Jericoacoara en Brasil. Un pequeño municipio del país ‘carioca’ donde los turistas están obligados a ir y las cometas del Kitesurf abundan más que los peces.