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Abrazaba a todo el mundo, brincaba, bailaba, gritaba. Harold Ramírez fue uno de los más entusiastas y emocionados en el festejo de Caimanes tras ganar la Serie del Caribe al derrotar 4-1 a los locales, Gigantes del Cibao, el jueves pasado en el estadio Quisqueya Juan Marichal, de Santo Domingo, República Dominicana.

El grandesligas cartagenero, que este año jugará en los Cachorros de Chicago, fue vital en la histórica conquista del equipo reptil. Su seguridad con el guante en los jardines y, sobre todo, sus batazos oportunos e indomables hicieron más agresiva a la novena de Barranquilla.

'Es algo inexplicable, todavía no lo creo, es algo increíble, después de no ganar ni un partido en los dos torneos pasados, logramos este título', expresó Ramírez haciendo alusión a las 10 derrotas consecutivas que Colombia acumuló en sus dos primeras participaciones en la Serie del Caribe (con Vaqueros de Montería en 2020 y Caimanes en 2021).