El nuevo entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, considera que el equipo azulgrana 'no se puede permitir empatar ni perder', según afirmó desde el terreno de juego del Camp Nou durante su presentación como técnico ante casi diez mil aficionados culés.
'Estoy muy ilusionado, no me quiero emocionar, es impresionante este recibimiento de la afición', añadió Xavi, acompañado del presidente Joan Laporta, con el que se abrazó durante la formalización del contrato que se hizo en el mismo césped del estadio azulgrana.
Ya en la sala de prensa, Xavi reiteró que, aun siendo consciente de que el club atraviesa 'por un mal momento, tanto deportivo como económico', la exigencia va a seguir siendo 'máxima' desde el primer día.
'Llevo media vida en el Barça y, cuando empatábamos o perdíamos, esto era un funeral. Aquí, perder tiene consecuencias. Somos el mejor club del mundo y hemos de ser excelentes en todo; no vale el notable. Eso es lo que quiero transmitir a los jugadores', advirtió.
Por eso adelantó que una de sus prioridades será 'poner orden' en el vestuario: 'No hace falta ser duro, es un tema de cumplir unas normas, como sucede en cualquier empresa. Cuando yo he tenido normas en mi vestuario, hemos ido bien, y cuando no ha habido normas, no hemos competido. Si los resultados no salen, tenemos que ser más profesionales y trabajar más'.
Eso sí, lo primero que quiere hacer Xavi es hablar con cada uno de sus jugadores, para 'ayudarles' a entender dónde están, porque el 'el Barça es el club más difícil del mundo y aquí hay mucha presión', y convencerles de que la mejor manera de obtener resultados es 'jugando bien' al fútbol.
'Entendemos el juego como un juego de posición. El sistema puede cambiar, pero no queremos especular, queremos ser protagonistas, dominar el balón. Queremos presionar alto, recuperar la pelota en campo contrario, ser agresivos, ser intensos y crear ocasiones de gol', argumentó.
El técnico egarense recordó que, en la plantilla azulgrana, 'muchos conocen esta idea de juego, porque ya la han vivido', y a los que todavía no la conozcan del todo 'habrá que convencerlos de que es la mejor manera para alcanzar éxitos', apuntó.
Entres los que ya conocen el 'ADN Barça', están los capitanes del equipo como Gerard Piqué, Sergi Roberto, Jordi Alba, Sergio Busquets o Marc-André ter Stegen, con los que Xavi ya coincidió como jugador.
Para él nuevo entrenador del Barça, dirigir ahora a los que considera 'amigos' suyos es 'una ventaja', porque sabe 'de qué pie calzan' y dónde les tiene que 'apretar' para que rindan a su mejor nivel. 'Pero aquí no hay privilegios; todos empiezan de cero', advirtió.
Por otra parte, Xavi Hernández admitió estar 'muy preocupado' por la cantidad de lesiones que está sufriendo la plantilla esta temporada.
'Lesiones siempre va a haber, pero son demasiadas. Está la prevención, el gimnasio, cómo recuperas, si hay que entrenar más o entrenar mejor, que no lo sé. Pero hay mucho trabajo por hacer', reflexionó.
Uno de esos jugadores acuciados por las lesiones es el delantero Ousmane Dembélé, cuya renovación Xavi considera 'prioritaria', porque le gusta jugar con extremos abiertos y ve en el francés uno de los mejores en su posición.
'Para mí, Dembélé, bien trabajado, pude ser el mejor futbolista del mundo en su puesto. Tienen unas condiciones espectaculares para marcar diferencias y ser un crack mundial. Pero depende de él, de su mentalidad. Y hay que cuidarlo, que se sienta cómodo y se lesione poco', manifestó.
Y es que para Xavi, el extremo galo es uno de los que debe abanderar el Barça postMessi, de quien dijo que recientemente le llamó para felicitarle y bromear sobre su nuevo cargo.
'Claro que me hubiera gustado entrenar a Leo, y a Eto'o y a Ronaldinho... pero ya no están. Pero ahora hay otros que tiene que marcar las diferencias', afirmó.
El exfutbolista de Terrasa llega con el propósito de marcar una época en el banquillo como hizo Pep Guardiola en 2008. 'Que me comparen con Guardiola es un éxito, porque para mí es un referente, el mejor entrenador del mundo en la actualidad', opinó.
Preguntado por qué cree que ahora ha llegado el momento de entrenar al Barça y no antes, Xavi Hernández fue claro: 'El Barsa vino a buscarme dos veces antes. Una fue un mes de enero y sentimos, tanto a nivel familiar como futbolístico, que era pronto. Luego fue en el verano, pero habían unas elecciones de por medio y tampoco era el momento idóneo'.
Además, negó que su vuelta a casa se acabase retrasando porque se había enfriado su relación con Joan Laporta. 'Con Jan tengo muy buena relación; la he tenido toda mi vida. Creo que es el mejor presidente que ha tenido este club, es un tío que siempre va de cara y tengo mucha sintonía con él. Cuando me llamó no tuve ninguna duda', concluyó.