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Carla Suárez enfila la cuenta atrás de su adiós al tenis profesional. Cuelga la raqueta la jugadora canaria, de 33 años, que no hace mucho superó un cáncer y que ha elegido el equipo español y las finales de la Copa Billie Jean Kin como el punto final a una notable carrera. En Praga echará el cierre a casi dos décadas sobre las pistas.

Como referente y baza sólida en el quinteto de Anabel Medina en la competición que inicia un nuevo formato y denominación, derivada de la Copa Federación, especialmente por las bajas de Garbiñe Muguruza y Paula Badosa, Carla llegó a ser número 6 del mundo.

Presume la canaria de su presencia en cuatro Juegos Olímpicos, los últimos en Tokio el pasado verano. Y en los Grand Slam le faltó superar la barrera de los cuartos de final con los que se topó en siete ocasiones para ampliar su repercusión.

Carla Suárez regresó a la actividad a pesar de la amenaza del linfoma de Hodgkin. No faltó a las citas de Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos tras dejar atrás la enfermedad. No quiso nunca que fuera el hospital el que decidiera su adiós. Lo consiguió. Carla fue la que eligió y dejará el tenis en la pista.

La canaria ya barruntaba el cierre deportivo tiempo atrás que tenía fijado para el 2020. Pero el cáncer aplazó también su marcha. El empuje y el tesón que la española transmite en la cancha, en cada punto y en cada bola, marcó su vida personal, su recuperación.

No ha pasado desapercibida Carla Suárez, reconocida por el público en cada recinto, en cada torneo. El más reciente el de la Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero, hace un mes, junto a Carlos Alcaraz. Así ocurrió también en el All England Club de Londres, en Wimbledon, incluida su rival, la número uno del mundo, la australiana Ashleigh Barty. Y también en Tokio, después de caer en dobles junto a Garbiñe Muguruza.

'Es la despedida que quería, la última temporada como quería. He tenido un año realmente bueno, mucho mejor de lo que podía haber imaginado. He sentido el cariño de la gente en cada torneo, en cada pista y de los jugadores', reconoce la española a la organización de la Copa Billie Jean King.

'Para mí ha sido muy difícil al principio del año y el año pasado también cuando me recuperaba y peleaba con la enfermedad. Pero ahora me siento muy bien. Ha sido un gran adiós al año, a los torneos, al calendario y a la afición', añade Carla, que debutará el lunes en el O2 Arena de Praga.

'Lo he aprovechado todo y estoy feliz de estar aquí por última vez. Es tan especial que después de muchos años la final de la Copa Billie Jean King es mi último torneo', reconoce Carla Suárez, concentrada en Praga desde principios de semana junto al resto de convocadas por Anabel Medina.

'Siempre estoy orgullosa de representar a España. Intentaré aprovechar cada día, disfrutar cada momento en la cancha. Quiero divertirme con mi equipo. Lo que sientes en la pista con tus compañeras, con tu equipo cuando representas a tu país, es muy especial siempre', dice la integrante de la selección española, que jugará en la fase de grupos contra Estados Unidos y Eslovaquia.

No hay un momento especial en 2021 para Carla Suárez. 'Hay tantos desde el inicio de año. Pero disfruté en Wimbledon contra Barty. El ambiente de la pista central y contra la número uno del mundo. Fue muy especial para mí. Fue un regalo', afirma.

De su carrera elige Carla Suárez su primer Roland Garros. 'Si tengo que elegir alguno seguramente sea ese. Atravesé las eliminatorias y jugué por primera vez en la pista central y ante Amelie Mauresmo, una jugadora local. El ambiente fue asombroso. Llegue a los cuartos de final y fue la primera vez que la gente me conoció y a saber cómo jugaba. Fue uno de los mejores momentos sin duda'.

Carla Suárez mira al futuro. Al día después sin la raqueta, sin entrenamientos, sin viajes y sin partidos: 'Extrañaré muchas cosas. Pero creo que lo que más echaré de menos será a los aficionados porque hacen que la competición sea diferente. El ambiente cuando apoyan es increíble igual que todo lo que me han dado a lo largo del año'.

'También la competición, la echaré de menos. Ganar partidos, aprender de los que pierdes. El tenis es un deporte realmente hermoso', destaca Carla Suárez.

'Quiero relajarme', subraya, 'desconectar y pasar tiempo con la familia y amigos. Intentaré hacer cosas diferentes, cosas nuevas. Pero en los primeros meses quiero desconectar porque creo que me lo merezco y lo necesito después del año pasado. Quiero disfrutar de la vida'.

Carla Suárez dirá adiós a una carrera que arrancó hace casi dos décadas con dos títulos en su historial, en Estoril en 2014 y en Doha en 2016, y otras nueve finales.

Habitual en el equipo español de la Copa Federación, con el que debutó en el 2008 y participante en cuatro Juegos Olímpicos: Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020.

En los Grand Slam fue cuartofinalista tres veces en el Abierto de Australia (2009, 2016 y 2018), dos en Roland Garros (2008 y 2014) y otras dos en el Abierto de Estados Unidos (2013 y 2018). En Wimbledon nunca superó los octavos de final.

Llegó a ser la número 6 del mundo en febrero de 2016.