La segunda visita de Neymar al ‘Metro’ vuelve a tener un sabor agridulce para el brasileño. El delantero protagonizó un buen partido, sin llegar a sobresalir del todo, teniendo sus más y sus menos con Yerry Mina, con quien sostuvo una guerra verbal, que terminó sacándolo del compromiso.
Neymar, que en la antesala al choque se destacó por su gran sentido humano, familiarizando con algunos hinchas en el hotel -niños, especialmente-, sintió la presión le público barranquillero desde que saltó al gramado del ‘Coloso de la Ciudadela’ a realizar el calentamiento previo. Los silbidos no se hicieron esperar, presagiando la tarde que iba a tener en un escenario dispuesto a hacerle sentir la localía a la estrella del PSG.
Con el balón en juego, ‘Ney’ intentó convertirse en el socio de todos. Con su habilidad y desborde trató de encontrar y generar los espacios que necesitaba Brasil para perforar la férrea defensa colombiana.
Su fútbol invitaba al juego fuerte, ese que le hicieron sentir los colombianos sin llegar a lastimarlo del todo, pero sí lo suficiente para frenar sus intenciones de ataque. A eso, también tuvo que soportar la presión de un público que le gritaba '¡payaso! ¡payaso! ¡payaso!', cada vez que caía al gramado.