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El caleño Nicolás David Ramírez Villegas se empieza a perfilar como uno de los más destacados ajedrecistas del país y ya cosecha varios triunfos.

Con tan solo ocho años, ya es todo un especialista ante el tablero. Empezó en el mundo del deporte ciencia con cuatros calendarios cumplidos, a través de su padre, Octavio Ramírez, quien es un apasionado por esta disciplina y deseaba que su pequeño contara con una opción diferente a las que suelen tener los demás niños de su edad.

Octavio asegura que sumergió a su hijo entre alfiles, torres, caballos y peones como una alternativa de diversión, sin sospechar ni esperar que tuviese un don.

El pequeño pelirrojo, alegre, inteligente y talentoso, cursa cuarto de primaria en el Liceo de los Cisnes en Cali.

El tres veces campeón nacional ha tenido la fortuna de representar a Colombia en el exterior, pero en sus planes se encuentra foguearse y elevar su nivel en Estados Unidos para acercarse más al sueño de coronarse campeón mundial algún día.

Comenzó a sorprender a sus padres y profesores por su inmenso amor hacia este deporte. Dejó en un segundo plano la pelota y los videojuegos para tener como su mayor prioridad el ajedrez.

Su manera jocosa de ver la vida es algo que lo hace ser diferente a los demás y ahí está su esencia.

'Lo que más necesito es darme a conocer y tener un profesor a un nivel muy alto para que me guíe. Me serviría mucho para crecer profesionalmente', comentó el ajedrecista vallecaucano.

Nicolás David, que cuenta con muchos amigos, también es amante del fútbol y el basquetbol, un deporte que practica con su mamá. No obstante, late por el ajedrez y quiere mover las fichas por siempre.

'Yo no quiero ser como los demás ajedrecistas que se retiran a los 40 años, yo sí quiero durar hasta que ya esté muy adulto', aclaró Nicolás.

'La dama es mi pieza favorita por la cantidad de movimientos que puede hacer, además que es una ficha muy poderosa. Yo quiero ser el mejor, ser solo campeón de Colombia, a mí no me llena', dijo el pequeño.

En medio de su niñez, Nicolás se ha convertido en una persona responsable, madura e inspiradora para otros chiquillos, que también quieren mostrar sus habilidades.

'Mi hijo en estos momentos me está dando una lección, porque él nos ha enseñado mucho, incluso es más maduro que yo. Me alegro porque no es un deporte físico donde puede terminar lesionado por algún mal golpe y eso me da tranquilidad. Es un juego con grandes capacidades', afirmó su padre.

'Tranquilo pa, tranquilo pa, tranquilo', dice Nicolás a su progenitor cada vez que le escucha un consejo sobre cómo encarar las entrevistas.

'Quiero dedicarles mis triunfos a mis papás, a mi familia y al mundo, para que sepan que Colombia tiene personas muy inteligentes, muy buenas, y también para que crean que todo se puede lograr', comentó Nicolás, que habla con claridad, como si tuviera más edad.

No deja de sorprender en su manera de ser y en la forma de jugar. Sale vencedor de partidas ante personas mayores, con experiencia ajedrecística.

La familia Ramírez ha luchado bastante para impulsar el desarrollo deportivo de Nicolás y espera que se le abran muchas puertas para conseguir recursos y seguir escalando y mejorando sus habilidades.