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Con la serenidad que lo caracterizó siempre, Luis Amaranto Perea encaró la última rueda de prensa que dio en Junior. Ya despojado de su ‘atuendo’ de entrenador del primer equipo, el antioqueño no eludió ninguna pregunta. Fue franco, sincero e incluso autocrítico, algo que se le exigió muchas veces en los once meses exactos que estuvo al frente del equipo ‘Tiburón’.

Con la prensa al frente, preguntando y contra preguntando, algo que el entrenador no tuvo la oportunidad de vivir durante su paso por el cuadro barranquillero, ya sea por la pandemia o por lo caprichos y el monopolio informativo que tiene el club, Perea tuvo la oportunidad de sincerarse y de asumir culpas.

El antioqueño deja claro que su salida de la dirección técnica de Junior se da por la falta de 'resultados' y reconoce que el adiós se da 'en buena hora', ya que el club tendrá la oportunidad de 'reconducir el camino', ahora de la mano del samario Arturo Reyes.

'Cuando hay una relación que no funciona, lo más adecuado es que se termine. La decisión es acertada y conveniente para ambas partes, porque le permite a Junior reconducir el camino. Son muchas las fechas que quedan y en buena hora se toma la decisión', dijo.

'Los resultados, lógicamente, no avalan mi continuidad. No pude entregar lo que este equipo exige, que son títulos. Las cosas no salieron, por más que buscamos soluciones. Finalmente no logramos una estabilidad. Los resultados son contundentes y estamos hablando de un equipo que exige más de lo que, a lo mejor, yo pude ofrecer', agregó.