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Había optimismo de Ciro Solano. 'En Tokio vamos a superar el número de medallas de Río de Janeiro', anunció a boca llena el recién elegido presidente del Comité Olímpico Colombiano (COC), en una entrevista publicada en EL HERALDO el pasado 10 de marzo.

El dirigente sabanero estaba convencido de que en los Juegos Olímpicos Tokio-2020 se superaría la actuación de Río de Janeiro 2016, la mejor de la historia hasta el momento con ocho medallas en total, tres de oro, dos de plata y tres de bronce.

Hasta el cierre de esta edición (6 p.m. de ayer), a falta de las participaciones de Iván González y Jeisson Suárez en la maratón olímpica masculina, y la de Kevin Quintero en los cuartos de final de la prueba keirin del ciclismo de pista, Colombia había conquistado un total de cinco medallas, cuatro de plata (Luis Javier Mosquera, en pesas; Mariana Pajón en BMX; Anthony Zambrano, en los 400 metros de atletismo; y Sandra Arenas, en los 20 kilómetros de la marcha) y una de bronce (Carlos Ramírez en BMX). El déficit es de tres medallas en cuanto a cantidad.

El oro, hablando de la calidad de los metales, brilla por su ausencia en la cosecha de preseas de Colombia en territorio japonés. Se esperaba que Robert Farah y Juan Sebastián Cabal se lo pudieran colgar en la modalidad de dobles del tenis, pero el enorme esfuerzo de los vallecaucanos solo alcanzó para llegar a los cuartos de final y recibir un diploma olímpico, uno de los 12 que ostenta la delegación de deportistas colombianos por quedar entre los ocho mejores de sus respectivas disciplina.

De la pesista samaria samaria Mercedes Pérez también se aguardaba un podio, pero los nervios, como dijo el propio entrenador soledeño Luis Arrieta, la traicionaron un poco.

Con Céiber Ávila, Íngrit Valencia y Yuberjen Martínez se esperaban medallas en boxeo, pero a ‘Yuber’ se la arrebataron los jueces que injustamente vieron ganador al japonés Ryomei Tanaka en la pelea que le aseguraba bronce.

Habrá que foguear, trabajar y pulir mucho más a nuestros deportistas de cara a París-2024, un ciclo olímpico que será mucho más corto.

Sin bien estamos ante el ocaso de varios deportistas de una generación exitosa, como es el caso de Caterine Ibargüen, en el triple salto, también hay esperanza con los talentos que ya tienen más experiencia y vienen pisando fuerte como Zambrano y Mauricio Ortega, quien terminó con diploma olímpico en lanzamiento de disco.

Con ese balance y esa expectativa de la representación colombiana, este domingo se cierra el telón de Tokio-2020.