La colombiana Caterine Ibargüen, décima en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos de Tokio, no pudo repetir su triunfo de Río de Janeiro 2016 ante el dominio de la venezolana Yulimar Rojas, que 'tuvo el día perfecto para realizar sus sueños'.
Ibargüen se quedó en esta ocasión muy lejos de la lucha por las medallas que se cerró con el bronce de la española Ana Peleteiro con un salto de 14,87 metros. Su mejor registro en la final fue 14,25, muy lejos de los 15,17 de su oro en Río de Janeiro.