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La frase de Mario Benedetti, el célebre escritor, poeta y periodista uruguayo que falleció en 2009, resume todo: 'Un estadio vacío es un esqueleto de una multitud'.

No solo vuelve un grupo de personas que gritan gol cuando la bola estremece la red. Regresa el alma, el espíritu, el latido, la voz, el sentir del fútbol: sus aficionados.

Un año, cuatro meses y 21 días pasaron para que los hinchas de Junior alienten y vean de nuevo a su equipo desde las tribunas del estadio Metropolitano Roberto Meléndez.

El 4 de marzo de 2020, en el juego de Copa Libertadores que los ‘Tiburones’ perdieron 2-1 ante el Flamengo de Brasil, fue la última cita entre los fanáticos y su gran amor en el coloso de la Ciudadela.

Luego empezó la pandemia y el balón se detuvo por un largo rato hasta que los torneos se reanudaron, pero sin público en las graderías. Una fiesta sin música.

La soledad y el silencio abrazaron el escenario. Para los jugadores era un encuentro con el cemento y con la nostalgia, pero ha llegado el tiempo de reabrir las puertas del templo futbolero a los fieles seguidores del ‘Tiburón’.

El equipo rojiblanco permitirá un aforo del 40% (18 mil personas) en el partido que disputará ante Envigado, este domingo a partir de las 5:40 p.m., en la segunda jornada de la Liga II.

Se reactiva parte de la economía del club y de otros sectores que se ven favorecidos con el espectáculo del fútbol.