Dos de las figuras de Colombia en el partido entraron desde el banco, cambiándole por completo la cara al equipo de Reinaldo Rueda, que regaló los primeros 45 minutos.
El cambio de Muriel fue determinante para la reacción de la Amarilla. El tomasino le brindó a la Selección todo su talento y explosividad para inquietar a una zaga argentina que hasta antes de su entrada no había pasado apuros.