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El campocorto puertorriqueño Javier Báez protagonizó una secuencia de jugada plena de magia para enmarcar en la historia de las Grandes Ligas y que le dejaron como el latinoamericano más destacado de

Báez, una vez más, mostró todo lo impredecible que es cuando se encuentra en el diamante y bateó una rola por tierra a la antesala y corrió a la inicial.

De pronto, retrocedió hacia home, perseguido por el primera base Will Craig, lo cual provocó una comedia de errores que puso en marcha un racimo de dos carreras, para que los Cachorros de Chicago se impusieran 5-3 a los Piratas de Pittsburgh.

El receptor venezolano Willson Contreras estaba en la intermedia con dos outs en la parte alta de la tercera entrada, cuando llegó el rodado de Báez, que parecía de rutina.

El antesalista dominicano Erik González atrapó la pelota y tiró ligeramente desviado hacia Craig, quien no pudo pisar la almohadilla de inmediato y prefirió esperar a Báez con la intención de tocarlo.

Pero el boricua frenó y evitó que Craig lo tocara. En vez de darse la media vuelta y poner un pie en la colchoneta para un out forzado que hubiera puesto fin a la entrada, Craig decidió perseguir a Báez.

Ello permitió que Contreras diera vuelta por la tercera base y corriera hacia home. Craig intentó entonces lanzar la pelota al cátcher boricua Michael Pérez, pero Contreras se deslizó para anotar, mientras Báez volvía a cambiar de sentido, para correr a la inicial.

El tiro de Pérez a primera fue desviado y se le escapó al intermedista Adam Frazier, quien llegaba para cubrir. Así, con una roleta que parecía el tercer out seguro, Báez produjo una carrera, se embasó y llegó hasta segunda.

Terminó anotando momentos después, en un sencillo de Ian Happ que dio a los Cachorros una ventaja de tres carreras a la que ya no renunciaron.

Los Cubs vencieron 5-3 a los Piratas y esa jugada se volvió viral por lo inexplicable de la misma.