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El español Rafael Nadal explicó en rueda de prensa tras su victoria sobre el estadounidense Michael Mmoh en la segunda ronda del Abierto de Australia, que sólo pudo ver cómo una espectadora le gritaba y le levantada el dedo corazón como gesto de desprecio y que esto no es nada más que 'una anécdota'.

'Soy un profesional y estoy aquí para aceptar todo lo que ocurre y más si es alguien que no estaba del todo claro. Ha hecho lo que su estado le permitía y al final la han echado porque se lo ha ganado a pulso', comentó sobre la aficionada que presentaba claros síntomas de estar bajo los efectos del alcohol.

'Al fin y al cabo me desconcentra a mí entre servicio y servicio pero el principal afectado es mi rival porque el juez me concede dos nuevos saques y realizo un ‘ace’', agregó antes de concluir el asunto con que 'no es nada más que una anécdota'.