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Justin Williams es un trotamundos del baloncesto. El pívot, con su 2.08 metros de estatura, sus tatuajes en el brazo derecho que lo cubren por completo y sus ganas de vivir gracias a la pelota naranja, ha jugado desde la NCAA, pasando por la NBA, hasta ligas en Filipinas, Vietnam, Argentina, Uruguay y Venezuela. 

El nacido en Chicago, Illinois, hace 36 años, armó maletas y arribó a la ‘Puerta de Oro’ de Colombia en una nueva aventura.

Williams es uno de los refuerzos de Titanes de Barranquilla para buscar el histórico pase a la segunda ronda de la Champions League Américas, torneo internacional de baloncesto que enfrenta a los mejores clubes del centro y sur de América. 

Los curramberos debutarán, en la primera vuelta, el 4 de febrero, a las 8:10 p.m., con transmisión por DirecTV, frente al Caballos de Coclé, de Panamá. 

Williams será uno de los encomendados de montar custodia en la zona pintada de Titanes. Luego de la salida de Tonny Trocha, el norteamericano tendrá la responsabilidad de ser garantía en la llave del quinteto de Tomás Díaz. 

El centro debutó en la NBA en 2008 con los Kings de Sacramento después de su éxito en la Universidad de Wyoming. Además, cuenta con experiencia en San Lorenzo de Almagro y Ciclista Olímpico, dos clubes destacados en Argentina. 

Imponer su físico en la zona pintada es su carta de presentación. Su español aún presenta falencias pero intenta hablarlo con gracia antes de cobijarse en su inglés nativo. 

Williams es un jugador con experiencia que se ha visto sorprendido por lo vivido en Barranquilla, como lo cuenta, y espera que este nuevo paso en su carrera sea tan bueno como lo experimentado durante estos días en ‘La Arenosa’. 

En diálogo con EL HERALDO, el estadounidense habló de su travesía en la capital del Atlántico; de su basta carrera en la baloncesto; de lo que puede aportar al equipo; y contó varias historias sobre Kobe Bryant, su ídolo, al que enfrentó en varias ocasiones.