El Tottenham se reencontró con la victoria beneficiado por la fragilidad del colista, el Sheffield United, al que venció por 3-1 para regresar a la parte alta de la Premier.
El conjunto de Jose Mourinho, que dejó en Bramall Lane a Gareth Bale otra vez en el banquillo y sin jugar, lleva cuatro encuentros sin perder. Pero los empates frente el Fulham y el Wolverhampton le hicieron perder terreno y le distanciaron de la cima de la clasificación.
Ante el Sheffield transitó sin sobresaltos. Al descanso ya tenía una ventaja de dos goles, anotados por el marfileño Serge Aurier, en el minuto 5, a pase del coreano Son Heung Min, y de Harry Kane, al borde del intermedio, tras recibir un balón de Pierre Emile Hoejbjerg.
Dio la sensación de que el choque renacía a la hora de juego, con el tanto local firmado por David McGoldrick, que aprovechó un centro de Joh Fleck para batir a Hugo Lloris. Pero tres minutos más tarde, una jugada nacida en los pies de Steven Bergwijn terminó con el gol del francés Tanguy Ndombele, que volvió a ensanchar la ventaja visitante.
Mourinho, sin embargo, no movió el banquillo hasta el final. En el minuto 87 Lucas Moura sustituyó a Steven Berwijn y en el tiempo añadido Son dejó su sitio a Carlos Vinicius y Sergio Reguilón al colombiano Davinson Sánchez.