El púgil kazako Gennadiy Golovkin confirmó que todavía tiene fondo para dar clases de boxeo como la que ofreció este viernes ante el polaco Kamil Szeremeta.
Golovkin, de 38 años, dio toda una exhibición en la pelea que ganó por retirada del polaco Kamil Szeremeta al completarse el séptimo asalto del combate pactado a 12 con el título del peso mediano, versión Federación Internacional de Boxeo (FIB) en juego.
El veterano púgil quiso demostrar antes que concluyese el 2020 que todavía puede hacer frente a grandes rivales y protagonizar exhibiciones magistrales como la tuvo frente a Szeremeta, de 31 años.
La clase técnica de Golovkin se impuso de principio a fin para que al concluir el séptimo asalto, Szeremeta ya no pudo salir de su esquina al ser parada la pelea ante las malas condiciones físicas en las que se encontraba y el árbitro decretó un nocáut técnico.
De esta manera, Golovkin retenía el título del peso mediano y estableció el récord de la mayor cantidad de defensas en la historia del boxeo con 21 en la misma categoría.}
Pero además y lo más importante de cara a su futuro profesional, Golovkin tuvo la actuación que necesitaba para demostrar y convencer que todavía se encuentra entre la élite de los mejores boxeadores del mundo y puede enfrentarse de nuevo a figuras como el mexicano Saúl 'Canelo' Álvarez, en lo que seria la 'trilogía' entre ambos.
'Me he encontrado mejor que nunca en el cuadrilátero y estoy listo para seguir haciendo grandes peleas, como siempre ha sucedido', declaró Golovkin. 'Ahora estaré listo para el próximo rival y seguir por el camino ganador'.
El campeón del mundo también alabó la decisión de los cuidadores de Szeremeta cuando aceptaron que su pupilo no podía seguir más y no tenía sentido que recibiese un mayor castigo innecesario.
Golovkin (41-1-1, 36 KOs) derribó a Szeremeta cuatro veces en un ataque que comenzó desde el inicio de la pelea y del que nunca pudo librarse el púgil europeo.
El campeón envió a Szeremeta a la lona al final del primer asalto con un uppercut seguido de una izquierda demoledora que llegó al rostro del aspirante polaco.
A partir de ahí, Golovkin superó a Szeremeta (21-1-0, 5 KOs), el retador obligatorio que estaba peleando en Estados Unidos solo por segunda vez en su carrera.
Golovkin consiguió mandar a Szeremeta a lona por última vez con un directo, en el séptimo asalto, que dejó sentenciada la pelea y también reflejó el dominio completo que tuvo durante el tiempo que estuvo sobre el cuadrilátero.