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Un Real Madrid plagado de ausencias, encabezadas por la de su capitán Sergio Ramos y la del francés Karim Benzema, se juega este miércoles en San Siro una final anticipada para acercarse a los octavos de final de la Liga de Campeones contra un Inter de Milán también contra las cuerdas y obligado reaccionar para cambiar la dinámica de su campaña europea.

El francés Zinedine Zidane solo ha recuperado a un jugador respecto a la plaga de bajas que tuvo para Villarreal (1-1), el brasileño Casemiro, pieza fundamental en sus esquemas.

Aún ausentes el capitán Sergio Ramos, Fede Valverde, Karim Benzema, Luka Jovic, Álvaro Odriozola -todos por lesión- y Éder Militao, quien volvió a dar un resultado indeterminado en los test PCR de la UEFA, como ya pasara el viernes en las pruebas de LaLiga a pesar de haber dado negativo hasta en dos ocasiones.

El Madrid recupera trabajo en el centro del campo, pero sigue sin poder contar con los goles de Benzema y el liderazgo de Ramos, que se presumía clave para parar una de las duplas de ataque más peligrosas de Europa como es la que forman el belga Romelu Lukaku, ausente en la ida por lesión, y el argentino Lautaro Martínez, quien firmó una gran actuación en dicho partido.

Un encuentro en el que los de Zidane se pusieron 2-0 arriba, pero se vieron igualados y no fue hasta el minuto 80 cuando lograron certificar la victoria gracias a un gol del brasileño Rodrygo. Tres puntos que supieron más a alivio que a merecimiento. 'Nos la hemos jugado a una carta y ha salido bien', decía el capitán tras el encuentro consciente de que estuvieron cerca de perderlo.

Tres puntos que dieron aire y dejaron al Madrid con cuatro en su casillero tras tres partidos, pero conscientes de que los partidos contra el Inter eran como una eliminatoria y necesitan puntuar en el de este miércoles.

El último duelo contra el Villarreal dejó dudas en cuanto a la fortaleza física y fondo de armario por el gran número de jugadores ausentes y varios sin ritmo competitivo como Carvajal, Nacho y Mariano y precisamente ahora llega un equipo de Antonio Conte que imprime mucho ritmo a los partidos.

Clave para sacar un buen resultado será cómo sujetar a Lukaku -el faro del equipo, construye de espaldas a portería- y Lautaro -aprovechando los espacios- y también arriba donde Zidane volverá a contar con Mariano, goleador frente al Villarreal, y ha llamado a filas a Hugo Duro, flamante fichaje para el Castilla, primer filial madridista, procedente del Getafe, quien está rindiendo a gran nivel a las órdenes de Raúl González Blanco -tres goles en tres partidos-.

Si el Madrid tiene poco margen de error, el Inter está completamente contra las cuerdas, tras sumar apenas dos puntos en sus primeros tres encuentros y llegar al ecuador de la fase de grupos como colista.

Los hombres del técnico Antonio Conte, que no alcanzan los octavos de final de la Copa de Europa desde 2012, necesitaron una agónica remontada este domingo para doblegar al Torino 4-2, tras ir perdiendo 0-2 a la hora de juego, y la lograron liderados por un doblete de Lukaku y un gol cada uno de Lautaro y el chileno Alexis Sánchez.

Apeló al orgullo de su plantilla Conte al acabar el duelo liguero: 'Hay que tener ganas de jugar, los rivales deben notarlo, incluso en el túnel de vestuarios. Todavía no estamos a ese punto. Espero que esto lo tengan claro'.

Con las bajas confirmadas del serbio Aleksandar Kolarov y del croata Marcelo Brozovic, el Inter se encomendará a su trío defensivo formado por el eslovaco Milan Skriniar, el holandés Stefan De Vrij y el italiano Alessandro Bastoni.

Roberto Gagliardini, Nicoló Barella y el chileno Arturo Vidal serán titulares en el centro del campo, apoyados por las bandas por el exmadridista marroquí Achraf Hakimi y el inglés Ashley Young, con los intocables Lautaro y Lukaku en la delantera.

Batalla técnica y mental a la vista en San Siro, contra un Inter decidido a cambiar la dinámica tras caer en la fase de grupos de la Copa de Europa en las últimas dos temporadas.