No es Carnaval. No es alegría. No es Malecón. No es cuchilladas del Río sobre el Mar. No es Shakira. No es Junior. Para Óscar Washington Tabárez, entrenador de Uruguay, Barranquilla es calor y humedad. Es lo primero que se le viene a la cabeza cuando piensa en la ciudad en la que sus dirigidos se enfrentarán a la selección Colombia, este viernes, a partir de las 3:30 p.m., en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en la tercera jornada de la Eliminatoria Sudamericana rumbo al Mundial de Catar-2022.
'Un lugar difícil, se siente el calor. El fútbol de nosotros es de intensidad, y esa intensidad a veces se ve resentida o cuesta más esfuerzo que la impuesta en condiciones climáticas normales para nosotros. En otro tiempo, la selección Colombia jugó en Bogotá y Medellín, hace un tiempo que la sede es Barranquilla. Algunos partidos los juegan de noche como el que jugaron ante Venezuela. Este es a las 3:30, donde quizás es más duro que a otras horas del día. No lo critico desde el punto de vista que tiene un equipo de modificar los detalles del partido que le van a beneficiar de local, pero las condiciones para el rival son diferentes, son más dificultosas', respondió Tabárez ante una pregunta de EL HERALDO durante la rueda de prensa virtual que ofreció este martes, desde el hotel GHL Collection, donde ‘la Celeste’ está concentrada.
Tabárez admite que la altura y el calor plantean un desafío más exigente para el combinado charrúa, que cayó 4-2 en su último juego del clasificatorio mundialista ante Ecuador, en los 2.800 metros de altitud de Quito.
'Lo de la alta temperatura y la humedad que hay en este lugar , que hace desde hace un tiempo Colombia ha adoptado como sede, es una ventaja a favor del equipo rival, especula con eso y trata de forzar el partido en función de las dificultades que pueden tener los equipos que no están habituados a jugar con estos calores. No podemos hacer nada más que cosas que hicimos en partidos anteriores, que no vienen al caso porque son detalles técnicas. Hay que buscar todas las formas de refrigerar a los jugadores, de enfriarlos. Después, tener una actitud que suponga una gran oposición a esas dificultades que se van a tener. La altura y el calor siempre han sido grandes problemas para nosotros, pero no al punto que sea totalmente independiente del juego. Veremos. Vamos a tratar esto como siempre, como una oportunidad para tomar puntos', comentó Tabárez.