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Dos goles de Paco Alcácer, que había entrado en el minuto 70, desatascaron el partido para el Villarreal ante el Sivasspor, en un choque de alternativas, en el que el gol fue protagonista y en el que el conjunto turco puso al local en muchos más apuros de lo previsto.

El festival de tantos y la victoria taparon los momentos de debilidad del Villarreal, capaz de ofrecer lo mejor y lo peor ante un oponente al que el 2-0 a los veinte minutos no le pesó, pero que no pudo con el olfato de gol de Alcácer.

El primer tiempo fue sorprendente, con dos mitades muy diferenciadas, ya que en los primeros veinte minutos fueron de dominio absoluto del equipo local, con profundidad, buen juego y un control total sobre el equipo turco.

Todo ello se reflejó en los dos tantos del conjuntos de Unai Emery, marcados por Kubo y Bacca en sendos buenos remates ante un Sivasspor desbordado.

Todo cambió tras el 2-0. De repente, el equipo visitante se hizo con el balón y empezó a aproximarse a la meta del debutante Rulli.

Fruto de ese nuevo escenario fue el primer gol visitante, en pleno desconcierto de los locales, lo que no impidió que en la siguiente jugada Bacca fuera derribado en el área del conjunto visitante.

El propio delantero colombiano lanzó y Samassa, que hasta entonces no había estado bien, detuvo con acierto la pena máxima.

Mantuvo su mejoría el Sivasspor, que con un nuevo tanto al filo del descanso llegó al ecuador del encuentro con un empate que nadie podía sospechar cuando Bacca había hecho el 2-0.

En la reanudación las fuerzas se presentaron parejas, sin apenas profundidad por ninguno de los dos equipos. No había fútbol, pero sí goles.

El argentino Foyth, en el encuentro de su debut en España, hizo de cabeza el 3-2, pero poco después, en un magnífico lanzamiento de falta, Gradel estableció una nueva igualada. 3-3.

El partido no tenía dueño en un choque en el que al Villarreal le costaba hacerse con el control del partido y en el que nada tenía que ver con el de los primeros minutos de juego.

Con el partido roto, Paco Alcácer hizo el 4-3 en su primera opción de cara a puerta, sin que el fútbol de los locales hubiera mejorado sensiblemente. Además, cuatro minutos después volvió a ver puerta el atacante del Villarreal y puso el 5-3.

A pesar de los ocho goles marcados, ninguno de los dos equipos cejó en la búsqueda de la meta rival y el partido ofreció opciones ante ambas porterías y se resolvió a favor del Villarreal, que sufrió más de lo esperado.