'Esto no acaba hasta que se acaba', decía el legendario receptor Yogi Berra, inmortalizado en la historia de las Grandes Ligas.
Los Astros, aferrados al viejo refrán del cátcher de los Yanquis, derrotaron 4-3 a los Rays en el quinto juego de la Serie por el Campeonato de la Liga Americana.
La victoria de Houston, sufrida a más no poder, puso la serie 3-2 a favor de Tampa y le dio un día más de vida a la novena dirigida por Dusty Baker.
Lo que empezó como un juego aparentemente cómodo para los texanos, que tuvieron una ventaja de tres carreras a uno en la tercera entrada, empezó a tomar tornarse gris con los de Florida intentando la remontada.
Un jonrón de Randy Arozarena en el quinto episodio puso la pizarra 3-2. En el octavo inning, Ji-Man Choi tomó turno con su equipo abajo y conectó un cuadrangular para empatar el compromiso y amargarle el momento a los Astros.
En la última entrada, los Rays no lograron anotar ante los lanzamientos de Ryan Pressly. En la parte baja, Nick Anderson intentó, sin éxito, mantener la igualdad.
El derecho retiró a Alex Bregman y luego enfrentó a Carlos Correa. El campo corto esperó dos curvas y, al tercer pitcheo, conectó una recta por todo el jardín central que sentenció el juego y puso a celebrar a sus compañeros.
Con este triunfo, Houston pone la contienda 3-2 y fuerza el juego de hoy, que iniciará a las 5:07 p.m., en el Petco Park.
Esta lucha no ha acabado. Tampa, que entró como favorito, deberá ganar para liquidar la disputa y avanzar a la Serie Mundial.
Los Astros, por su parte, buscarán el triunfo para obligar a un séptimo y definitivo juego.
En la historia de las series a siete compromisos, solo los Medias Rojas de Boston, en 2004, lograron remontar un 0-3 para avanzar de ronda.