A sus 30 años y con tres podios del Tour de Francia a sus espaldas, el colombiano Nairo Quintana juega la carta de la experiencia para volver a estar entre los mejores de esta edición de la ronda gala: 'Queda el terreno que me gusta'.
El ciclista de Arkea disputa su séptimo Tour de Francia y su decimoquinta gran vuelta. En París fue segundo en 2013 y 2015 y tercero en 2016 y ganó la Vuelta a España en 2014 y el Giro de Italia en 2016.
Su palmarés contrasta con el de sus principales rivales, más neófitos en el Tour, en muchos casos debutantes en una carrera que Quintana conoce a la perfección, lo que le permite afrontar con calma lo que resta de competición pese a haber perdido 11 segundos en la segunda etapa pirenaica.
'Tuve un día malo, pero logramos reducir las pérdidas. Once segundos no es mucha cosa. Tras la primera semana, con todo lo que ha pasado, el viento, las caídas, la montaña,... el balance es muy bueno para mí, dijo el colombiano durante la primera jornada de descanso de la carrera.
Quintana se encuentra en la quinta posición a 32 segundos del líder, el esloveno Primoz Roglic, una posición que su equipo considera muy positiva para afrontar lo que resta de Tour.
'La mayoría de los días he podido estar con los mejores. Las sensaciones que tengo son buenas y queda mucho Tour por delante', asegura el colombiano, que confía en poder regresar al podio de París y hacerlo en el escalón más alto.
Atención a Pogacar
Entre sus rivales, Quintana destaca al esloveno Tadej Pogacar, el más ofensivo en las dos etapas de Pirineos, lo que le permitió recuperar parte de la renta cedida en un abanico en la séptima jornada.
'Todos los favoritos estamos muy parecidos, pero es cierto que Pogacar tiene un plus. Es atrevido y tiene las fuerzas para atacar. Es el hombre que ha estado superior en la montaña. Afortunadamente le ganamos algo de tiempo en el llano, lo que hace que las diferencias no sean importantes', aseguró.
El de Boyacá cree que el joven esloveno, que a sus 21 años disputa su segunda gran vuelta, ha demostrado, además, que puede aguantar la duración del Tour.
'Tenemos la referencia de la Vuelta del año pasado e hizo lo mismo que aquí: cuando los líderes ya no tienen compañeros ataca con una potencia que pocos pueden seguir, lo que genera dudas a los demás. Ha dado pruebas de su fortaleza y de su astucia', indicó.
Pese a todo, Quintana considera que su rendimiento en tres semanas 'puede ser una incógnita'.
Algo parecido piensa su director de equipo, Yvon Ledanois, para quien Nairo está en a posición ideal, aunque no se conforma con acabar quinto en el Tour.
'No firmo el quinto puesto, no hemos venido a eso. Hemos visto cosas interesantes que nos hacen pensar que podemos esperar algo mejor. A la vista de su estado, acabar así sería decepcionante', dijo el francés.
Seis favoritos
Ledanois también confía en la veteranía del colombiano, que puede ser el elemento diferenciador con respecto a sus rivales.
'Todos pueden tener un mal día, pero Nairo y su experiencia, si no tiene un desfallecimiento, puede llevarle a correr para ganar el Tour', asegura.
El director señala que, tras la primera semana, de los 20 favoritos para la victoria final quedan 'cinco o seis', entre los que coloca a su jefe de filas, sin desvelar quienes son los otros.
Su punto de mira está fijado en Alpes, etapas que Ledanois cree que benefician a Quintana más que las que ya se han superado. 'Esto va a jugarse en tres etapas y en la contrarreloj. Hay que estar fuertes ahí'.
El director lamentó la pérdida del italiano Diego Rosa, que tuvo que abandonar por una caída, lo que obligará al francés Warren Barguil a asumir más responsabilidades de gregario.
El exganador del maillot de rey de la montaña aseguró estar listo a cumplir con esas obligaciones y ayudar a Quintana, a quien ve en buena situación para ganar el Tour.