Compartir:

Un penalti transformado por Artem Dzyuba, a cinco minutos del final, dio al Zenit de San Petersburgo el triunfo 1-0 ante el Khimki, y su cuarto título de la Copa de Rusia, que se añade al de la Liga conseguido semanas atrás.

Con el cartagenero Wílmar Barrios en la titular, Zenit levantó de nuevo este trofeo, que en medio de la celebración se quebró. Cuando el capitán, el serbio Branislav Ivanovic, lo puso en el suelo después de levantarlo, la parte superior de la copa se arruinó, generando carcajadas y sonrojos.