La pandemia es dura de gambetear. La aparición de la COVID-19 trajo consigo una prolongada pausa para el fútbol profesional colombiano y los mil y un problemas para reanudarlo. A la falta de ingresos por taquilla, mercadeo y otros coceptos; a la marcada división que existe entre los dirigentes de la Dimayor, a los cuestionamientos que se hacen unos y otros; a la eleaboración del protocolo de bioseguridad, el extenso período que tardaron en aprobarlo en el Gobierno Nacional y la falta de un laboratorio único y la demora para su aplicación, se le suman ahora las propuestas de reducción de los dineros que entran a los clubes por los derechos de televisión y patrocinadores de los campeonatos.
Win Sports, empresa con la que Dimayor tiene un contrato hasta 2026 por los derechos de transmisión del balompié nacional, envió una carta a la rectora del rentado criollo (el jueves anterior) para expresar que financieramente se encuentra en disposición de pagar solo el 25 o 30% de la cifra que le corresponde a cada equipo mensualmente.
La entrega de los recursos del mes de junio todavía no se ha hecho efectiva en las arcas de la Dimayor (Win Sports suele hacer las consignaaciones en los primeros días del mes siguiente).
El canal de televisión, que tiene el respaldo monetario de RCN (perteneciente a la Organización Ardila Lülle, que también es dueña del Atlético Nacional) y la poderosa multinacional estadounidense AT&T, aduce en su comunicación a los clubes que sus ingresos se han visto afectados ante la ausencia de partidos actuales en su programación y que el vínculo contractual que lo une con la Dimayor habla de dos torneos al año y un número mínimo de partidos (52), lo cual no se va a poder cumplir dado el parón obligado por la emergencia sanitaria.
Win Sports considera que no debe pagar el 100% de lo que está estipulado en el contrato en vista de las actuales circunstancias. Incluso propone extender el contrato seis meses más, es decir, hasta junio de 2027 porque en el primer semestre del año en curso no pudieron explotar del todo los derechos adquiridos.
Obviamente la misiva no cayó bien entre los presidentes y dueños de clubes, que no están percibiendo otro tipo de ingresos con el balón detenido. Los egresos si siguen rodando imparables porque los equipos han tenido que cumplir con sus obligaciones de nómina, aunque apelando a rebajas salariales concertadas con los jugadores, suspensiones de contrato (en algunos equipos) y escasas renovaciones.
Algunos presidentes, incluido Antronio Char Chaljub, de Junior, manifestaron su molestia y creen que Win Sports no debe hacerle el quite a la responsabilidad firmada. Piensan que si asumió el contrato es porque tiene el soporte financiero para sacarlo adelante a pesar de todas las adversidades que ha representado la pandemia.
Otros entienden la situación, pero piden a Win Sports que comprendan la de ellos y que sin el combustible económico que el canal le brinda a los equipos, no se puede avanzar hacia la reanudación de los campeonatos del fútbol colombiano.
El sábado pasado, los directivos de las escuadras se reunieron telemáticamente y coincidieron en que el contrato se debe hacer respetar porque de lo contrario sería imposible para algunos clubes continuar el proceso de reactivación de la Liga, aunque admitieron entrar a conciliar para que exista conformidad en las dos partes.
'Hay un incumplimiento de parte y parte, uno por no cumplir con los partidos a presentar y el otro por no cumplir con el pago. Cada uno aduce la cuestión fortuita (la pandemia). ¿Y entonces? Toca ponerse de acuerdo para poder poner a rodar el balón. Nos necesitamos mutuamente. Ninguno está por encima del otro', dijo un presidente de club a EL HERALDO.
¿Y Betplay y Golty?
Betplay, la marca de apuestas deportivas que patrocina todas las competencias profesionales (Liga Betplay, Torneo Betplay y Copa Betplay), y Golty, la empresa que proporciona los balones oficiales del torneo, también le han expresado a la Dimayor su intención de obtener una rebaja en sus obligaciones contractuales por la situación que presenta la pandemia para la visibilidad y posicionamiento de sus negocios.
A falta de partidos, se pierde parte de la exposición mediática con la que Betplay aspira a promocionar sus apuestas y su nombre. Así mismo para Golty con sus pelotas.
Sin embargo, la Dimayor y su principales ‘sponsors’ acordaron que se mantengan las cifras de contrato iguales y puntuales y que de alguna manera (por definir), más adelante, se compense la figuración de marca que no se está dando al cien por ciento en estos momentos por las competencias en pausa.
En todo caso, más allá de lo que puedan cociliar y arreglar Dimayor con Win Sports, Betplay y Golty, es claro que este es otro obstáculo en el camino hacia la reanudación del fútbol colombiano, que está programada para el 27 de agosto.