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Su táctica nunca había sido tan defensiva, ultradefensiva. Carlos Valderrama y su ‘equipo’ pusieron un ‘catenaccio’ y se encerraron en su ‘cabaña’. Casi nadie sale. Gambetear el coronavirus y ayudar a Colombia a ganarle el partido es la misión del astro samario y su familia desde hace varias semanas.

‘El Pibe’ se confinó en su apartamento, en el norte de Barranquilla, junto con su esposa y algunos de sus hijos, para cuidarse a toda costa de la pandemia.

Pelé, Maradona, Cruyff, Ronaldo, Ronaldinho, Messi, Cristiano… Los ídolos de Carlos Valderrama por estos días no son tan reconocidos como esos nombres de legendarias figuras del balompié mundial, pero se la están jugando toda en los hospitales y clínicas en el duelo contra la enfermedad que está dejando miles de muertos en el mundo. De ellos, los médicos, es que anda pendiente el hombre de los rizos dorados. 'El fútbol tiene que esperar, lo primero es la salud y la vida', recalcó Valderrama en un diálogo telefónico con EL HERALDO.

'¿El fútbol? Si no me llamas, no me acordara de esa vaina', dijo durante la charla.