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Su nueva vida le sonríe. Nairo Quintana, que dejó el equipo Movistar para liderar el francés Arkea-Samsic, brilla en este arranque de temporada, con un triunfo en la última cima de la París-Niza el sábado y dos carreras por etapas en febrero, ¿presagio de su asalto definitivo al Tour?

El colombiano de 30 años se exhibió en los últimos cuatro kilómetros de la subida a La Colmiane (Alpes-Marítimos), dando continuidad a su espectáculo en las pendientes del Mont Ventoux, en la Vuelta a la Provenza. 

Con estos dos golpes, Quintana, ganador en febrero en la Provenza y en el Tour de los Alpes Marítimos, regresa al club de los aspirantes al maillot amarillo en julio, cuatro años después de haber subido por tercera vez al podio (2º en 2013 y 2015, 3º en 2016).

'Claro que queremos ganar el Tour', señaló el sábado su director deportivo Yvon Ledanois, que le vio llegar en 2012 al Movistar.

'Sé que puede hacer grandes cosas, lo sé desde que pasó a profesional', añadió.

Preguntado por la AFP, Philippe Mauduit, director del equipo Groupama-FDJ, reconoce: 'Ganó el Giro y la Vuelta, ¿por qué no el Tour?, Hace mucho tiempo, al menos cuatro años, que no le veíamos tan fuerte. Pienso que desde hace varios años no disfrutaba en el Movistar'.

En el Tour de Francia 2019, las instrucciones en el equipo español habían sorprendido al entorno del colombiano, que compartió liderato con Mikel Landa y Alejandro Valverde, lo que en la carretera se tradujo en una interminable serie de conflictos.