El torneo de Indian Wells, primer Masters 1.000 de la temporada, y Premier Mandatory comienza esta semana y servirá de muestra para saber si las medidas adoptadas por la ATP y la WTA para frenar los contagios por el coronavirus sirven de algo para los próximos grandes eventos de la temporada, marcada por el temor a esta epidemia.
Los dos organismos rectores del circuito han anunciado medidas de seguridad que se harán efectivas en esta competición que se disputa en el Valle de Calcavecchia. Medidas para participantes, espectadores y trabajadores del torneo.
Así, habrá 250 puestos de desinfección y los jugadores/as tendrán que portar sus propias toallas, y tendrán una silla en la parte de atrás de las pistas para que puedan colocarlas. Se evitará dar la mano a los jugadores y tocar a las mascotas. Los recogepelotas utilizarán guantes y no tocarán las toallas de los jugadores durante los partidos, ni manejarán las bebidas de los tenistas.
Los jugadores serán instruidos para no distribuir toallas, cintas para la cabeza, camisetas, sudaderas, etc. usadas a los aficionados después de los partidos o entrenamientos, y ellos no aceptarán bolígrafos, pelotas de tenis u otros objetos para firmar autógrafos. Es decir, la interacción entre tenistas y aficionados se reducirá notablemente.
También usarán guantes los trabajadores de restaurantes y proveedores de alimentos, y los voluntarios que revisen las entradas.
Estas mismas medidas sanitarias se tomarán en el siguiente Masters 1.000 en Miami, del 23 de marzo al 5 de abril y se aplicarán en todos los eventos de la WTA y en los eventos del ATP Tour y el ATP Challenger Tour hasta la primavera, cuando se efectuará una revisión de la situación.