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Alrededor de 750 nadadores se benefician a diario del Complejo Acuático Eduardo Movilla, según datos de su administrador, Ernesto Prencke. Sin embargo, desde el pasado martes, las puertas del escenario deportivo se cerraron. ¿El motivo? Tuberías rotas alrededor de la piscina de clavados, por efectos de la cavitación, fenómeno que se da cuando el agua pasa a vapor, libera gases que se encuentran disueltos y forman burbujas que viajan con la corriente líquida y que, al ganar presión nuevamente, estallan con violencia.

'Primero que todo, las tres piscinas están bien, eso hay que tenerlo claro, pero tenemos problemas de cavitación. Hay unos diseños que hay que hacer con unas recomendaciones que nos ha hecho la Triple A. Estamos solicitando los planos definitivos hidráulicos para poder ver los puntos donde se deben colocar esos desfogues o esos elementos que saquen el aire. El Complejo Acuático tiene todo el sistema a presión y si el agua se va, las burbujas de aire quedan y hay que ir sacándolas a presión. Esas burbujas producen el efecto de cavitación y rompen las tuberías'. 

Al no tener el servicio de agua potable, el escenario, según Prencke, no da abasto para prestarle el servicio sanitario al total de personas que visitan a diario el Complejo Acuático.