El hombre a cargo de organizar la Copa del Mundo de fútbol 2022 en Catar calificó de 'gran éxito' el Mundial de Clubes desarrollado este mes en el país como evento de prueba, pero admitió que este Estado del Golfo tiene todavía mucho que aprender en los próximos tres años hasta la celebración del polémico torneo.
'Antes nuestros planes eran teóricos y hoy han sido aplicados sobre el terreno. En general creo que el Mundial de Clubes ha sido un gran éxito como evento de prueba', declaró Al Thawadi a los medios de comunicación en Doha antes de la final del sábado entre el Liverpool y el Flamengo brasileño.
'Tenemos tres años más para aprender, por lo que no tengo dudas de que de cara a 2022 estaremos preparados', añadió.
Al Thawadi hizo estas declaraciones en el Education City, uno de los ocho estadios propuestos para la cita mundialista.
El coliseo de 40.000 asientos -que se desmantelará parcialmente luego de 2022- iba a ser inaugurado durante el Mundial de Clubes, pero retrasos en los trabajos obligaron a posponer su inauguración.
Por contra, la reluciente nueva red de metro de la ciudad ha sido un éxito tras su inauguración a principios de mes.
- 'Muestras públicas de cariño no forman parte de nuestra cultura' -
Aunque el metro y las calles no han estado apenas sobrecargadas, eso puede cambiar en el Mundial, pues los organizadores esperan la llegada de al menos 1,2 millones de aficionados a Doha en 2022.
'Estamos generando el aforo necesario, mejorando nuestra eficiencia en el transporte, asegurando que haya suficientes eventos para los fans y distribuirlos por todo el país, para que no haya congestión en un solo lugar', explicó Al Thawadi.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que heredó de su predecesor, Sepp Blatter, la decisión de celebrar el torneo en Catar, se muestra optimista con los preparativos, con Catar ejerciendo de anfitrión en la reciente Copa del Golfo y acogiendo nuevamente el Mundial de Clubes el próximo año.
'Son pequeños pero importantes eventos', dijo. 'El estado de progreso del trabajo aquí es único'.
Por otro lado, el tráfico sigue atascando las carreteras de Doha y las autoridades han anunciado su intención de resucitar el Sharq Crossing, un megaproyecto que se valdrá de puentes y túneles para conectar el aeropuerto, el distrito financiero y las atracciones turísticas, bordeando la congestionada carretera costera.
Los organizadores han probado una zona de aficionados con aforo para unas 5.000 personas donde los fans podrán disfrutar de una bebida, en un país donde no es tan fácil encontrar alcohol.
También ha habido preocupación sobre cómo serán recibidos los fans LGTB, aunque Paul Amann, del grupo de aficionados LGTB del Liverpool Kop Outs, dijo a la AFP que estaba 'satisfecho de que su enfoque sea mantener un espíritu de 'todos bienvenidos' que incluye respeto, aunque sea a través de la privacidad'.
Al Thawadi se detuvo en ese tema, insistiendo en que todos los aficionados eran bienvenidos, aunque admitió que 'las muestras públicas de cariño, sin importar la orientación sexual, no forman parte de nuestra cultura y pedimos a la gente respetar este hecho'.
Este Mundial de Clubes también ha confirmado que los seguidores no tienen que preocuparse por las temperaturas, después de que se decidiera desplazar la competición de los tradicionales meses junio-julio a final de año, tras ganar la nominación.
El día de la semifinal entre el Liverpool y el Monterrey mexicano, exactamente tres años antes de la final del Mundial, las húmedas y frías condiciones contrastaron con lo que se temió en un primer momento.
Pero mientras Catar aprende cómo ser un buen anfitrión, con los numerosos problemas que supone organizar un torneo de estas características, también luchará por convencer a la gente.
'La organización ha sido buena pero no es un país futbolero y el Mundial, con todos los respetos, debería estar en un país que ame el fútbol', opinó el técnico del Flamengo, el portugués Jorge Jesus.