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El golf es una pasión que corre por su sangre. Desde niños se han familiarizado con este deporte y ahora regresan a Barranquilla con el deseo de dejar su sello en el Abierto de golf del Caribe, en el Club Lagos de Caujaral. Edgardo y Juan Pablo Arrázola se marcharon a Estados Unidos en 2011. Allá continuaron formándose como golfistas y retornaron a su ciudad para mostrar su evolución.

'Esta es una sensación bonita porque apenas pisamos este campo nos recordó muchos momentos cuando jugábamos de niños 35 o 45 hoyos al día. Es una experiencia muy bonita y ojalá podamos aprovechar este torneo al máximo. Nosotros nos mudamos a Estados Unidos y allá jugamos en el equipo del colegio, jugamos también en la universidad y ahora estamos los dos por primera vez en Barranquilla jugando como profesionales', expresó Edgardo de 26 años.

Ambos se complementan dentro y fuera del campo de juego. Reconocen que el aprendizaje es día a día y están dispuestos a escribir su propia historia en el golf. 'Se siente felicidad porque estamos los dos de vuelta en el mismo campo donde jugamos desde pequeños. Vamos a jugar con toda. Mi hermano tiene el juego corto muy bueno y yo me destaco más en el juego largo, entonces hay que unirnos. Sería una belleza hacer el 1-2 en este torneo compitiendo juntos', apuntó Juan Pablo, de 23 años.

'Entre los dos nos ayudamos para ir mejorando poco a poco. Él le pega muy duro a la bola y ahí voy aprendiendo como pegarle más duro, porque todo el mundo quiere distancia y el juego corto mío es muy bueno. Nos complementamos muy bien', agregó Edgardo.

Ambos esperan obtener triunfos significativos y seguir evolucionando deportivamente. 'Cuando uno ve a un colombiano como Juan Sebastián Muñoz en el PGA Tour lo motiva a uno a seguir luchando por sus sueños. Esperemos los dos dejar huellas en el golf', concluyo Edgardo.