La colombiana Caterine Ibargüen, bronce este sábado en el triple salto del Mundial de Doha dos meses después de una operación por una fascitis plantar, estimó que su experiencia había sido clave para poder lograr una medalla pese a llegar mermada físicamente.
Ibargüen, de 35 años, consigue así su quinto metal en Mundiales (dos oros, una plata y ahora dos bronces), subiendo al podio en cada una de las citas desde Daegu-2011, la edición en la que Colombia se estrenó en el medallero de esta competición.
'No es un secreto para nadie que me he estado recuperado de una lesión importante. Quería simplemente disfrutar de la final y poder alcanzar el podio', explicó 'Caterine la Grande', vigente campeona olímpica y campeona mundial en 2013 y 2015.
'Mi experiencia en el deporte me ayudó para esta medalla. Me ha ayudado mentalmente mucho y también las ganas de contribuir a mi país. Por eso he venido aquí', aseguró.
Ibargüen admitió que Yulimar Rojas ha sido 'la dominadora' de la temporada de 2019 y por ello la lógica campeona de este título.
Rojas impresionó en la capital catarí llegando a 15,37 metros, a trece centímetros del récord mundial, mientras que Ibargüen se quedó en 14,73 metros, en el tercer lugar, que alcanzó en su quinto intento después de unos primeros demasiado cortos.
En segundo lugar quedo la jamaicana Shanieka Ricketts, con 14,92 metros.
'Quiero felicitar a Yulimar y a la chica jamaicana por su resultado. Espero que todas nosotras nos sigamos presionando para ser cada día mejores y con mejores resultados', apuntó.
Ibargüen también se refirió a la sorpresa de Colombia en este Mundial, el joven Anthony Zambrano, plata inesperada el viernes en 400 metros y líder del relevo 4x400 metros de su país, clasificado este sábado para la final del domingo con el cuarto mejor crono de la ronda.
'Me alegró de haber mostrado el camino al atletismo en Colombia. Tenemos mucho talento en el país y van a venir más éxitos', destacó.
Colombia tiene ocho medallas en Mundiales de atletismo y cinco de ellas son de Ibargüen.
Las otras son los oros de los marchistas Luis Fernando López (2011) y Éider Arévalo (2017), a lo que se sumó Anthony Zambrano el viernes con su plata en 400 metros en Doha.