A medida que la primera generación de 'gamers' profesionales alcanza la edad de retirarse, los eSports se ven confrontados a una complicada pregunta: tras años matando rivales en un mundo virtual, ¿ahora qué? Se trata de una disyuntiva que llega mucho antes que en la mayoría de deportes. En el frenético mundo de los eSports, o deportes electrónicos, los jugadores pueden estar acabados con 23 años, porque la capacidad de reacción es menor a partir de esa edad.
Un milisegundo puede ser clave en los campos de batalla en línea de los eSports, una disciplina que despunta y en la que las recompensas económicas se disparan. Esta semana, en el campeonato mundial The Internacional en Shanghái, en el que los participantes compiten en el videojuego Dota 2, hay un premio de 33,7 millones de dólares.
En Dota 2, un juego para varios jugadores, estos suelen hacer referencia a un tope de edad de 30 años. 'La gente cree que a esa edad uno es lento, pero creo que es un mito', dice Jingjun ‘Sneyking’ Wu, de 24 años.
Michael ‘Ninjaboogie’ Ross, de la organización Mineski, espera desafiar la barrera de la edad. Con 27 años y tras haber pasado más de la mitad de su vida jugando, la cuestión del retiro ya empieza a rondarle.
Desgastados. Según los conocedores de la situación, la pregunta de '¿Y ahora qué?' es un tema candente entre los jugadores profesionales. Las principales opciones tras colgar los teclados son entrenar un equipo de eSports o convertirse en comentarista o analista.
Pero hay quienes, tras haber pasado hasta 12 horas diarias practicando, lo que en muchos casos les produjo daños en la vista y las muñecas, buscan escapar de los deportes electrónicos.
Kurtis ‘Aui_2000’ Ling considera que el aumento de la riqueza en los eSports —los mejores jugadores son multimillonarios— empuja a los 'gamers' a jugar durante más tiempo.
Según el sitio esportsearnings.com, Ling ganó casi 2 millones de dólares y ahora, con 26 años, es entrenador de Newbee, tras haberse retirado por una lesión.