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Una nueva historia comienza en Bruselas. En la ciudad de Eddy Merckx, el gran símbolo del maillot amarillo, el Tour de Francia 2019 echará a andar el sábado con una edición muy abierta, propicia a un cambio generacional que exhibe como nadie el colombiano Egan Bernal.

'Es como si los planetas se hubieran alineado. Saldremos de la ciudad de Eddy Merckx, que ganó su primer Tour hace 50 años y lució el maillot amarillo 111 veces', señaló el director del Tour Christian Prudhomme haciendo referencia a la conmemoración del centenario de la mítica prenda.

Sin Froome ni Dumoulin

El Tour 2019 se presenta en lo deportivo con las bajas de dos de los tres corredores que subieron al podio el año pasado, el holandés Tom Dumoulin (2º) y el cuatro veces ganador Chris Froome (3º), que sufrió una grave lesión en junio durante un entrenamiento.

Queda el defensor del título, el galés Geraint Thomas, sin grandes resultados en 2019 y que además sufrió una caída leve en la reciente Vuelta a Suiza, que le obligó a acortar su preparación.

Por lo que Thomas, de 33 años, no presenta el mismo potencial que el año pasado, al frente de una estructura que debutará bajo el nombre de Ineos, tras dominar el pelotón como Sky.

'La carrera está abierta, sin gran favorito, pero el equipo Ineos es capaz de controlarla', señala el español Alberto Contador, ganador en 2009, que habla de un 'cambio generacional' que se tendrá que confirmar a lo largo de los 3.480 kilómetros de la prueba.

Habituado a controlar la carrera y convertirla en un aburrido monólogo, la formación británica partirá con dos líderes. Además de Thomas, los galones son para Bernal, de 22 años, que disputa únicamente su segunda temporada en la élite.

Una contrarreloj

En el 15º puesto final el año pasado, centrado en proteger a Thomas y Froome, el prodigio Bernal ha ganado en 2019 dos carreras de una semana, la París-Niza y la Vuelta a Suiza. Es la nueva esperanza de Colombia para tener su primer ganador del Tour.

El perfil montañoso le otorga ventaja, así como los repetidos pasajes por encima de los 2.000 metros. Siete puertos y sobre todo tres llegadas en alto (Tourmalet, Tignes y Val Thorens) se sitúan más allá de esta barrera. Además habrá una trilogía en Los Alpes que finaliza en la víspera de la llegada a los Campos Elíseos.

La prueba promete imprevistos. 'Podemos tener tres maillots amarillos diferentes en tres días', subrayó Christian Prudhomme.

En un principio los hombres explosivos, como el francés Julian Alaphilippe, el debutante belga Wout Van Aert o la estrella eslovaca Peter Sagan, que busca su séptimo maillot verde de la regularidad, intentarán aguar la fiesta a los velocistas (Groenewegen, Ewan, Viviani y Kristoff).

Pero será en la montaña, y en menor medida en la única contrarreloj individual (Pau), el día del aniversario del maillot amarillo (19 julio), cuando se disputará el triunfo final.

Bernal y Thomas lo saben. También los otros pretendientes al podio, que vienen de Dinamarca (Fuglsang), Italia (Nibali), Colombia (Quintana, Urán), Holanda (Kruijswijk), España (Landa), Gran Bretaña (A. Yates), Australia (Porte) y Francia (Pinot y Bardet).