Con una defensa asfixiante, un Pascal Siakam que se disfrazó de Kawhi Leonard y un Marc Gasol decisivo, los Toronto Raptors derrotaron este jueves 118-109 a los Golden State Warriors y golpearon primero en la Final de la NBA.
Los canadienses, en su primer partido en una Final en sus 24 años de historia, no acusaron el escenario y fueron superiores a los vigentes campeones de principio a fin gracias a su desempeño coral y al aporte de todos sus hombres en ataque y en defensa.
Mientras, los Warriors echaron en falta al lesionado Kevin Durant, Jugador Más Valioso (MVP) de las dos últimas finales, y solo el base Stephen Curry y el escolta Klay Thompson les mantuvieron con vida hasta el final con 34 y 21 puntos, respectivamente.
'No ha sido nuestro mejor partido. No hemos jugado bien y nos dominaron en todos los sectores. Es tan simple como eso. Hay que olvidar este encuentro y concentrarse en el próximo', valoró el técnico de los Warriors Steve Kerr.
En un partido en el que todos esperaban a Leonard, quien acabó con 23 tantos, fue Siakam el que marcó las diferencias con 32 puntos, junto a un Gasol estelar en todas las facetas del juego para 20 tantos, siete rebotes, dos robos y un tapón.
Kawhi y Siakam, quien convirtió 14 de 17 lanzamientos, aportaron, además, ocho rebotes y cinco asistencias.
'Tenemos a muchos jugadores que se mueven bien y están dispuestos a jugar en defensa. Lo usamos a nuestro favor. Creo que hicimos un trabajo bastante bueno. Cometimos algunos errores pero en general fuimos bastante sólidos', celebró Siakam tras el choque.
'Tenemos a los mejores aficionados de la NBA. Hoy en el primer juego hicimos lo que teníamos que hacer y ahora, a por el segundo partido', agregó acerca de un país que se ha volcado con sus ídolos.
Sin 'KD' y a pesar de recuperar al pívot DeMarcus Cousins, de baja desde el 15 de abril, el entrenador de los vigentes campeones optó por Jordan Bell en el quinteto inicial y realizó numerosas sustituciones durante toda la contienda en busca de soluciones.
Pero solo un Curry estratosférico en el primer cuarto, con 11 tantos, lograba neutralizar el brillante arranque de los locales en la primera Final disputada fuera de Estados Unidos.
Kerr mandaba un dos contra uno constante contra Kawhi, el mejor jugador de los Playoffs esta temporada, mientras los Raptors dejaban libre a Draymond Green, quien aportó un 'triple-doble' de 10 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, para forzar las ayudas a Curry.
A pesar de ello, el armador visitante sumó tres triples en el primer cuarto y se convirtió en el primer jugador en superar la cifra de 100 en la historia de las finales.
Pero no era suficiente. Toronto se marchaba cuatro puntos arriba (25-21), acribillando a su rival desde la línea de tres (5/14).
Superhéroe Siakam
El segundo cuarto intensificó la tendencia de ambos conjuntos. Con los suplentes sobre la pista, Siakam se apoderó del partido y elevó la renta de los suyos a los diez tantos al descanso (59-49), una ventaja que ya nunca soltarían.
'Ha estado brillante. Ha estado por encima del resto de jugadores sobre la pista', lo elogió Kerr.
'Es grande y poderoso. Es un finalizador increíble. No lo conocíamos bien pero no es una excusa', explicó Thompson.
Y es que el camerunés continuó con su exhibición tras la reanudación, con 14 puntos en los siguientes 12 minutos y, aunque los Warriors se aproximaron a cuatro (83-79), Kawhi logró zafarse de las continuas defensas de Andre Iguodala y de Green para contribuir también en ataque.
Los Raptors lograron así mantenerse en cabeza tras el tercer cuarto, donde Golden State está acostumbrado a sentenciar sus partidos, y vivieron cómodos el último parcial, mostrando todas las características que los hicieron dominar el Este con una defensa superlativa, el acierto de sus hombres exteriores y, una vez más, la aportación del exterior Fred VanVleet saliendo desde el banco con 15 unidades.
Ahora, la segunda batalla de la serie al mejor de siete juegos tendrá lugar de nuevo en Toronto, el domingo, y los Warriors tendrán que mejorar mucho si no quieren volver a la Bahía de Oakland dos juegos por detrás en el marcador por primera vez en los últimos cinco años.