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El Rennes se proclamó ayer campeón de la Copa de Francia por primera vez desde 1971 al vencer en la tanda de penales (6-5, 2-2 en el tiempo reglamentario) al París Saint-Germain, que venía de conquistar las cuatro últimas ediciones de esta competición.

Esta derrota pone el punto y final a una temporada desastrosa de los parisinos. Llamados a metas más ambiciosas, levantar tan solo la Ligue 1 sabe a poco, especialmente tras su pobre actuación en la Liga de Campeones.

No obstante, todo indicaba que la final iba a ser un paseo militar de los capitalinos gracias a los goles de los brasileños Dani Alves (13) y Neymar (21) en la primera parte. Sin embargo, un gol de Presnel Kimpembe (40, en propia meta) dio esperanzas a los bretones y acabarían empatando por medio del mozambiqueño Mexer (66).

El marcador no se movió en la prórroga hasta la definición por penales. Con esta victoria el Rennes vuelve a saborear un título por primera vez desde 1971, cuando levantó precisamente la Copa de Francia.