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China va a convertir el dopaje en un delito sancionable con cárcel, una medida de disuasión cuando se acercan los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en 2022, informó el viernes la agencia oficial china Xinhua.

Las más altas instancias deportivas y judiciales del país redactan los textos que deberían hacer que ciertos casos sean llevados por el código penal, expresó Xinhua.

Gou Zhongwen, director de la administración deportiva china, dijo a la agencia que las medidas entrarán en vigor 'probablemente a comienzos de 2019'.

'Nuestra voluntad es mostrar al mundo que somos serios con respecto al antidopaje y que tomamos medidas concretas en la lucha contra el dopaje', dijo Gou.

La administración deportiva china dijo este sábado a la AFP que no estaba en situación de confirmar esta información.

Varios escándalos de dopaje en la última década han ensuciado la reputación deportiva internacional de China, e incluso algunos deportistas han perdido su medalla de oro olímpica.

En enero de 2017 tres halterófilos chinos que ganaron el oro en los JO de Pekín-2008 perdieron sus medallas tras unos nuevos análisis.

Ese mismo año un médico chino aseguró en una entrevista con periodistas alemanes que el dopaje era una práctica común en China en los años 1980 y 1990 en varias disciplinas.

De acuerdo con este médico, Xue Yinxian, todas las medallas ganadas por deportistas chinos en las principales competiciones internacionales en los 1980 y 1990 están empañadas por el dopaje.

China apartó este año a algunos de sus propios deportistas que utilizaron sustancias ilícitas para mejorar su imagen en el deporte.

Así, en enero, una patinadora de velocidad fue suspendida por dos años de toda competición y excluida del equipo nacional poco antes de los JO de Pyeongchang (Corea del Sur).

También en enero la campeona china de maratón Wang Jiali fue suspendida ocho años tras haber dado positivo por segunda vez.