Japón inspira respeto. En su filosofía de juego prima la efectividad y el compañerismo. Todos se ayudan para ser siempre una selección de peso en el béisbol y por algo llegan con el rótulo de actuales campeones del Mundial sub-23. A Barranquilla arribaron, como dice su mánager Atsonuri Inaba, 'a ganar'.
Desde que saltaron al campo del estadio Édgar Rentería, para cumplir con su jornada de entrenamiento, los pocos asistentes y trabajadores del diamante cesaron sus actividades. Incluso pequeños peloteros venezolanos llegaron hasta el dugout para quedarse con un retrato de los samuráis.
Cuentan con un equipo de logística conformado por más de diez personas entre colaboradores de campo y prensa. Cada uno cumple a cabalidad su función y el orden es el estilo de vida. Además, para agilizar los procesos, tienen un traductor llamado Yoshimoto Kasuke.
Pese a que la lluvia interrumpió su sesión de actividad física, la cual duraría dos horas y media en el campo, los peloteros siguieron su rutina en la jaula de bateo número dos con los hombres de poder entre los que se destaca el capitán Yasuto Uchida.