El París Saint-Germain, todavía dolorido por su eliminación ante el Real Madrid en octavos de final de la Liga de Campeones, buscará hoy (a partir de las 2 p.m., hora colombiana), en Burdeos, una quinta Copa de la Liga consecutiva, en una final ante el Mónaco, que contará con el goleador samario Radamel Falcao García.
Será un duelo entre el primero y el segundo de la Ligue 1 francesa, entre el equipo que probablemente ganará el campeonato nacional este curso y el que lo conquistó hace un año. Pero pese a ello, la diferencia entre PSG y Mónaco parece grande y descompensada a favor del equipo de la capital.
Las inversiones parisinas fueron enormes al principio de este curso (Neymar y Kylian Mbappé costaron ya 400 millones de euros entre los dos) y pese a que en las competiciones francesas el club sí ha respondido, el fracaso europeo amenaza con eclipsar todo.
Pese a ello, ganar la Copa de la Liga se ha convertido en una obligación para Unai Emery, si no quiere que las tormentas vuelvan a descargar con fuerza sobre él.
Al principio de la temporada, el PSG ya se impuso al Mónaco en otra final, la del Trofeo de Campeones (la Supercopa de Francia), entonces por 2-1.
En la liga francesa, la ventaja del PSG sobre el equipo del Principado es de 17 puntos y no parece haber mucho suspense.
Teniendo en cuenta que el equipo parisino está clasificado también para semifinales de la Copa de Francia, el ‘triplete’ nacional de final de temporada se presenta como la única manera de salvar la temporada de alguna manera. Y ello pasa por empezar levantando una nueva Copa de la Liga, donde el PSG lidera el palmarés con 7 títulos y el Mónaco apenas tiene uno, el de 2003.
Hace un año, el PSG arrolló ya 4-1 al Mónaco, entonces en una final disputada en Lyon.
Se anunció la presencia de viejas glorias como el alemán Jurgen Klinsmann, campeón mundial en 1990 y exjugador del Mónaco (1989-1992), invitado a presentar el trofeo antes del partido.